Contra reloj Suizo

Qué manera de sufrir y que manera de morir. Ecuador se vio superado por Suiza y replegó líneas buscando la contra como mejor arma. Esperanzados a la velocidad de sus hombres de arriba que le permitieran asegurar ataques de peligro, pero terminó lográndolo de la manera que mejor le acomoda: La pelota parada. Enner Valencia le ganó a todos en la salida de un córner de Ayoví y de cabeza, puso el insospechado 1-0 de Ecuador. Como para aguantar el vendaval suizo que acometía con extremada velocidad y precisión.
 
Era un resultado inesperado por lo que se había visto en la cancha: un Suiza superior, con mayor dominio y llegada que complicaba a Ecuador en cada ataque, más allá de que quedara muy mal parado cuando perdía la pelota en campo contrario. Ese mal retroceso fue lo que le dio la posibilidad a Ecuador de meterse en el partido. De hacerse notar y equiparar las cosas.
Pero la superioridad del partido tuvo premio para equipo de Ottmar Hitzfeld, técnico de la selección suiza, se jugó su última carta y en la primera del segundo tiempo Mehmedi, uno de los que recién habían entrado, le ganó a Gruezo en el área chica y puso el empate. Hasta allí era un resultado meritorio para los ecuatorianos. Firmado.

Pero en los minutos finales el partido fue agonizante, emocionante, cuando tenía a su disposición Michael Arroyo de hacer la última del partido, era el gol del triunfo ecuatoriano, se durmió y perdió la pelota que en el contragolpe justo cuando ya el árbitro iba a sonar el silbato, Seferovic la empujó y terminó dando la victoria a los suizos. Una lástima, una verdadera lástima, por los ecuatorianos, pero esto es futbol, esto es el mundial.
 
 
 
 
 

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