El fatídico minuto noventa

Nuevamente el fatídico minuto 90, nuevamente la tan trillada desconcentración; Otra vez la historia repetida de perder cuando no es el momento y de ceder puntos cuando se debe ser mas fuerte. Cienciano (esta vez de azul) salió al maracaná, con la conciencia limpia, con el impulso propio de querer hacer historia, y vaya si estuvo apunto de lograrlo. Pero como siempre, le viene pasando a los equipos peruanos, esos últimos minutos finales, son escalofriantes, fatales y pareciera que requerimos urgentemente que se acorte el tiempo reglamentario a solo 85 minutos.

Las tribunas del maracaná, con su gente saltando y gritando por doquier, eran un jolgorio de emociones. Los fuegos artificiales que deslumbraban en la noche y las enormes banderolas que flameaban sin cesar, acompañaban un rugido ensordecedor que bajaba a la cancha para ponerla a hervir. El ambiente era sencillamente fabuloso y espectacular, como para meterle miedo a cualquiera que visita el milenario estadio brasileño. El solo hecho de estar en este escenario, marcaba un hecho trascendental para el Cienciano, mas aún con el rival enfrente: Flamengo y su historial a cuestas y líder del campeonato brasileño. Aunque hasta el momento, ha dado muestras de basar su funcionamiento, mas en la calidad individual de sus hombres que en su disposición táctica. Cienciano solo aparenta que recién va tomando cuerpo. Por ello fue acertado el pressing, que cortó los circuitos y desmembró las ideas de un Flamengo que se fue quedando sin espacios claros, que se encontraba al frente al equipo cuzqueño, ordenado para defender y vertiginoso para el contragolpe. Marengo y Solis empezaban a ser figuras atrás y Sawa intentaba el desequilibrio arriba. Pero alguien que los brasileños no pensaron y ni se dieron cuenta cuando salieron a la cancha, fue su peor pesadilla: William Chiroque. Es de esos jugadores que tienen sus noches grises y a veces iluminadas, felizmente, la de ayer fue de las últimas y fue desequilibrante en ataque.

Pero si el orden es una máxima en el fútbol, hay un mal endémico que sufren los jugadores peruanos: La falta de concentración. Justamente cuando mejor ordenados estaban un “ollazo” los cogió fuera de foco y Flamengo apertura la cuenta, con Souza ante la débil resistencia de Flores, que pudo haber hecho mas. Cienciano respondió con Chiroque en el desequilibrio (otra vez), sacando un buen centro que Vasallo (en buena racha) decreta de cabeza la paridad, cuando era justo el momento de ir a repensar las ideas en el descanso.

En el complemento, Cienciano le puso paños fríos al embate carioca, defendiendo con pundonor, pero entregados siempre al orden de sus líneas. Vasallo aprieta el acelerador y exige a Bruno. Mas tarde el mismo Vasallo, culmina un taco de Sawa y concreta lo que pudo ser, el tanto que marcaría un triunfo histórico y memorable. Pero sin ninguna explicación coherente, el árbitro decidió anularlo. Ricardo Grance se llama y es Paraguayo de nacimiento, aunque por un instante, la indignada barra peruana y los millones de Peruanos, hayan maldecido su existencia. Era el 2-1 que pudo asegurar el resultado y el que escribiría la historia con tinta indeleble de repercusión trascendental. Pero para esos son los de negro, para tomar decisiones en el momento, a veces erradas y a veces injustas, como esta. La lucha se hizo pareja y el tiempo fue siendo el peor enemigo para ambos conjuntos.

El reloj apretaba los pensamientos y el equipo cusqueño se sacudía de los ataques cariocas. El tiempo acercaba la agonía de un partido memorable y el rugido del maracaná se hacía más estruendoso, en la tribuna las gargantas dejaban el último soplo y el aliento fue creciendo como la furia de un huracán. Todo parecía consumado y Cienciano se traía un punto de Brasil. Entonces vino otra vez, ese instante fatídico, doloroso y tantas veces repetido. Ese minuto fatal donde un Flamengo inmovilizado, sin ideas, se hizo un espacio para el centro milagroso, que encontró entre la maraña de hombres a Marcinho, puso el 2-1 final, que hizo explotar el coloso brasileño y una vez mas dejó a un equipo peruano ensimismado en ese karma, que se ha convertido el estar cerca de la gloria, pero a la vez tan cerca del fatídico minuto noventa.

Santo pecado del futbol

En el fútbol, la adversidad, es el termómetro que permite medir la capacidad de un equipo, para rehacerse ante el primer golpe, un marcador en contra y sobre todo sus jugadores, demuestren de que están hechos. Es justamente ante lo adverso, que priman algunos preceptos que son ineludibles, mas aún, cuando se está en la exigencia mayor, en la brega del alto nivel competitivo. Es en estas situaciones complicadas, en donde sale a flote la experiencia, el talante y la fibra para remar contra la corriente, aquella capacidad innata de resarcirse ante el rival que se llama jerarquía.

Aquel triunfo memorable ante River, y las actuaciones ante la U y Cristal, abrió demasiadas expectativas, que mas sonaban a pretexto, para pensar que este San Martín, mas allá de lograr consolidar su seriedad como institución, sea firme candidato del torneo doméstico y considerado sorpresa (hasta el momento) de la Copa Libertadores. Pero cada partido es una historia diferente, al menos con la Católica lo fue, y no hablemos de justicia ni merecimientos, porque si bien los santos tuvieron un inicio con mucho vértigo, que pintaba positivo, es destacable que el cuadro chileno –zorro viejo para estos partidos- supo pararse en la cancha y capear el temporal. Una jugada espectacular de Bottinelli, marcó la diferencia. Se despercudió la marca, acomodó el perfil y cuando Butrón –cumpliendo el manual- achicaba el espacio, le hizo un globo que fue a caer mansita, lejos de las manos del arquero, pero cerca de la alegría de los chilenos, que desde allí, supieron jugar con la desesperación del rival -inexperto en estas instancias- lo maniató y dejó que las ansias lo consuman de a pocos.

Estos partidos no se pueden ganar llegando al arco desbocadamente, se debe avasallar desde el principio, pero con orden, ser un vendaval que no permita ni siquiera recoger sus prendas al rival, respirarle en la nuca y hacerle sentir que está en casa ajena. Pero por encima de todo, hay que embocarla. Ello sería lo aconsejable, pero quizás no sirva ni un quinto, si por ejemplo: Legizamón se levanta con el pié izquierdo o Pedrito García, siga aún con el pijama puesto y la prédica del “Chino” Rivera “ de “ser un plantel de 33 jugadores y todos listos para entrar” se convierta entonces, solo en una alegoría al entusiasmo. Es allí donde se hace visible, ese kilometraje que brindan los partidos de fuste, para leer el partido, ese plus que solo la brinda la competencia de rigor, que deviene en la experiencia con participaciones en copa y que la Católica la tiene mas que de sobra.

Ha sido un partido intenso, que deja un resultado adverso, es verdad, pero siendo objetivos, tampoco ha sido un desastre, la historia pudo teñirse de otro color, pero ya está escrita, con tinta de sufrimiento quizás, pero ojalá y ello sirva de aliciente a las ganas de revertir este trance, que ha dejado en la boca un sinsabor de impotencia. Se pudo hacer mas y el resultado hasta se puede discutir, pero en los partidos de copa, el primer mandamiento, es ganar todos los puntos en casa y salir a rasguñar alguno de visita. Quizás con la mochila de la irreverencia desconocida, se logre dar el batacazo en patio ajeno, aunque ello lejos de ser una utopía, tranquilamente pueda ser fruto de una actuación iluminada.

Quedamos a la espera de que este equipo, se fortalezca en el rigor de competencia y que esta derrota, solo haya sido un error, que se achaque a la falta de experiencia, para afrontar la adversidad en este tipo de partidos. Quizás ello, sea un pecado, cuyo castigo recién se pueda ver cuando termine esta etapa. Pero tratándose de la San Martín, que es un debutante serio, que promete revertir su presente, le vendría bien confesarse de los yerros cometidos, rociar con agua bendita el camino copero y en el nombre del fútbol, pedir que por única vez, este pecado le sea santificado.

Mas santo que nunca

Que bien le hace al fútbol, al fútbol nuestro de cada día, ver partidos como este Cristal – San Martín, que en la previa marcaba para el equipo rimense, la posibilidad de seguir sumando en la tabla y afianzar la credibilidad de este arranque esperanzador. San Martín debía guardar sus mejores hombres, cuidar la máquina, aceitarla bien y darle un descanso reparador, la cuesta de la copa libertadores, esta muy cercana, también demasiado empinada. Mas aún que viene de ganar una naciente reputación.

Entonces cayeron del cielo, aquellas frases simplonas de la necesidad de tirar los dados alternos, de mandar al verde al equipo “B”. Si bien es cierto un equipo que afronta un campeonato, debe contar con una plantilla de valor, es también importante que todos deben estar listos para el llamado. Este San Martín se ha tomado en serio la cosa y en la cancha y fuera de ella, viene demostrando que es el más serio de nuestros equipos.

Aquel triunfo laborioso ante River, desencadenó una tormenta en Argentina, mientras en Lima, el “Chino” Rivera, fiel a su prédica, argumentaba que fue fruto del trabajo planificado y por eso insiste (hasta se sintió apenado) que digan que existe equipo alterno, para él hay un solo plantel y echa mano de los hombres en función de las necesidades. Ello lo dejó plasmado a medias contra la “U” y esta vez ante Cristal, quedó confirmado que cuenta con un equipo sólido en toda sus líneas, que cuenta con hombres y no con nombres y que va creciendo conforme aumenta el rigor, que amenaza ir para más, al menos eso aparenta, vamos a ver como le va mas adelante.

Un partido de siete goles, un gol inédito, un par de ellos de extraordinaria factura, un ritmo por momentos subyugante, una técnica depurada en varios pasajes, emociones en la tribuna (con pitazo pirata incluido) y un ida y vuelta del balón en ambos arcos, hicieron un partido de 10 puntos. Es cierto lo que dijo Oblitas, que Cristal venia de jugar el miércoles y que San Martín, empleó a los que no arrancarán contra la Católica. Pero de cara al reto de borrar la temporada anterior y apuntar al título, se puede aceptar que un equipo solo cuente con 11 jugadores y el resto solo llene la plantilla?... Que expulsen a Razzotti y ese sea “el punto de quiebre” para venirse abajo?... de verdad resultan simples excusas para no afrontar hidalgamente que San Martín fue mucho mas, en todo el partido y que Cristal mas allá de sus ganas, de su vértigo discontinuo, no mete miedo arriba y es un manojo de dudas al fondo. Amen que perdió a Delgado lo que resta del clausura.

Se nos ha quedado en la boca un sabor dulce, de ver un buen partido, pero hay que pasarse rápido la servilleta, porque se viene la copa, en el plato fuerte y otra vez vienen los chilenos y al margen de cualquier disputa política, no deja de ser un partido de fútbol, pero no escondemos que un triunfo de la San Martín, nos hará doblemente felices, primero porque le ganemos a los chilenos y segundo, porque este equipo que trabaja con seriedad, se convertirá en la nueva amenaza sudamericana. Esas sorpresas que dan algunos equipos chicos, que a veces aparecen una noche y casi sin conocer a nadie, se adueñan de la anfitriona de la casa, la hacen bailar y gozar, sin siquiera haber presentado sus credenciales.

El Cristal con que te veo

La gente que fue a ver a Cristal tenía en el alma ese resquemor y miedo escondido que le había dejado la campaña celeste del año pasado. Sus temores fueron creciendo, aún cuando inauguraba el marcador, porque Melgar llegaba al fondo con propiedad y hacía temblar al extremo que impávido veía como el “pato” Salas igualaba el partido y el “Checho” Ibarra, con sus años a cuestas creaba peligro a borbotones. Justamente en una arremetida, el portero salió a cortar el ataque y en su intención doblegó su ímpetu, pues sufrió la rotura del ligamento cruzado y el menisco externo de la rodilla izquierda, una lesión grave y que por lo menos le llevará seis meses de recuperación.

Tamaño problema para Oblitas porque el puesto de Delgado será tomado de emergencia por el juvenil arquero Julio Aliaga, aunque no se puede descartar que contrate un arquero de mayor experiencia y nivel, un puesto clave y en una instancia inicial no puede ser tomado a la tan románticamente, es una decisión clave y necesaria.

Era un empate más de inicio de campeonato, pero aquel viejo problema del arbitraje no pasó desapercibido. El “Chorri” se inventa una falta, que el arbitro pita en contra de Melgar en una instancia en que ya había tocado la campana, que podría dar la sorpresa. Lobatón se perfila y de manera magistral le pega bárbaro para ponerla lejos del alcance del arquero, tremedo golzo que sellaron los tres valiosos puntos. Allí se terminaron las ansias arequipeñas y se generaron los reclamos, justos o no ya eran extemporáneos y lejos de dar soluciones enervó a la hinchada rojinegra que se le prendió a su paisano Oblitas que los mandó al cacho, sin respeto y con una convincente actitud que dejó a un lado el calmado carácter del DT rimense.

Para empezar, ha sido un buen resultado celeste, aunque es prematuro hacer pronósticos, debe mejorar y mucho, los demás han sido partidos con distintos matices, pero augura que este apertura pinta mas competitivo, ojala y no sea flor de un día, toca ver a los equipos coperos y la nueva fecha que se viene el miércoles, conforme avance el torneo se podrá visualizar con mejor tino el destino de este apertura que desde ya promete, como que ya es hora no?

U-San Martin a tiro de gol

Era en teoría el partido de la fecha, la San Martín se vistió de sport elegante y se fue de visita al Monumental, a una fiesta donde lo esperaba la chica mas deseada, la que fue suya hace un año y hoy le vuelve a quitar el sueño a todos y que se llama apertura. En sus bolsillos llevaba un pañuelo de seda color esperanza, pero dejó en portería una tarjeta de presentación que marcaba un triunfo resonante y de sabor internacional, ante River Plate, nada menos. La U lo esperó para bajarle el copete y en su afán se fue escondiendo como esos boxeadores que estudian tanto al rival que terminan desorientados ni bien empieza el primer round.

Fue un partido parejo hasta que desde el banco la mente jovial del “Chino” Rivera leyó rápido que requería hacer daño arriba. Ya tenía controlado a Candelo y es bien sabido que cuando el colombiano no anda iluminado, no hay quien tome las riendas y equipo se ve maniatado, el empuje crema se estrellaba en la férrea marca de Perez e Hinostroza y la rápida salida del “Chemito” del Solar que está en su mejor momento. El juego colectivo hizo pasar apremios mas de una vez a la retaguardia crema, los postes salvaron de manera seguida que San Martin inaugure el marcador.

Un partido que se desnivela de esa manera, marca la tendencia que todo es cuestión de tiempo, por eso cuando el cero era el marcador indicado o mejor dicho el mas conveniente, se jugaron los descuentos y justamente allí estuvo lo mejor del partido. Si los postes evitaron la caída del arco merengue, un remate de Leguizamón reventó el travesaño y Silva apareció como una tromba para enmudecer el monumental, el reloj marcaba 92’, prácticamente todo estaba consumado. Pero si alguien dudó alguna vez que la garra existe, vaya uno a saber como se generó al instante una reacción crema que devino en el gol del “Malingas” Jiménez, el reloj dejó los 93’ marcados como señal que el partido termina con el pitazo final y no cuando las ganas lo deseen. Que un equipo puede merecer ganar es cierto, pero eso no obliga a la realidad a tener que cumplir su deseo. Aquella noche del sábado, mas de uno recordó en las gradería del monumental, aquel viejo adagio, que “goles son amores y no buenas razones”

A pedir de copa

“La copa se mira y no se toca”, reza aquel adagio tan antiguo como el fútbol, tan antiguo como nuestra historia en la justa continental, con tan pésimos resultados, como tan tristes realidades, que lo único que han logrado, es minimizar aún más el empobrecido nivel de nuestros equipos y el portazo en la cara, con cada eliminación temprana de cada Libertadores en la que se puso mas ilusión que conciencia y demasiadas ansias ante la sincera verdad, que somos los convidados de piedra de la justa sudamericana.


Por ello ha caído como un baldazo de flores caído de las alturas, el resultado obtenido por la Universidad San Martín quien derrotó 2-0 a River Plate y consiguió un triunfo memorable en su debut en el Grupo 5 de la Copa Libertadores. El Monumental, fue testigo de lo que pudo lograr el campeón peruano, ante un River que vino con el libro de historia bajo el brazo, pero que hizo un partido para el olvido. Afortunadamente, para los peruanos el tanto del paraguayo Roberto Ovelar y el tremendo golazo del argentino José Díaz, dejaron los tres puntos en casa y abrigando la esperanza que el próximo 26 de febrero ante Universidad Católica de Chile, se repita la historia y se afronten los partidos de vuelta con ventaja en el tablero.


De pronto no sea el mejor resultado, tampoco una actuación que amerite guardar la esperanza viva, pero Bolognesi, en el debut de Copa Libertadores solo sacó un empate sin goles en Tacna, con el Flamengo de Brasil, dejando regados por el sur un manto de dudas. Mas allá de lo que quiso Reynoso, la actitud defensiva se hizo evidente cuando los cariocas pisaron el acelerador y casi sin titubear pudieron irse con la sonrisa ancha. El que Penny haya sido el mejor de la cancha, pinta el detalle exacto de lo que pasó en el partido. Su siguiente prueba es el martes 19 frente al Nacional de Montevideo, nada menos, que hoy perdió luchando ante Cienciano, equipos que son de su mismo grupo.


La altura del Cusco hace unos años era un arma letal del Cienciano contra cualquier equipo que le tocaba subir para afrontar partidos contra el anfitrión. Los equipos del río de la Plata, además de los brasileños siempre han temido esta dificultad. Cienciano siempre supo sacar provecho de ello, de una manera simple dejaba que el rival se acomode a respirar, lo avasallaba hasta dejarlo sin aire y finalmente daba la estocada final. Pero de un tiempo a esta parte, el tema de la altura se ha ido convirtiendo en “tabú” y de una manera estudiada los equipos han ido llegando y mas allá de terminar fulminados, se han sabido parar y oxigenar, han planteado mejor su esquema y han hecho pasar apuros al rojo. Este Cienciano hoy se ha impuesto 2-1, al Nacional de Uruguay. Aquellos primeros goles de Vassallo avisaban un resultado holgado, pero los charrúas incluso jugando con un hombre menos, lograron el descuento con Mauricio Victorino y han dejado demasiadas dudas, muchas lagunas en sus líneas. Es rescatable el empuje uruguayo, pero acaso y si no se sabe aprovechar lo que brinda la naturaleza, solo queda esperar que resucite aquel vendaval rojo o simplemente aceptar que el Cusco es una plaza como cualquier otra y dejó de ser tan temible como antaño. Solo hay que pisar suelo y acomodarse, Cienciano visitará al Flamengo en Río de Janeiro el miércoles 27 de febrero.

Hasta entonces cerraremos esta cortina que deja ver algunos nubarrones por la ventana, parece que se viene la lluvia, ojala no venga con ninguna tempestad, tampoco nos cambie bruscamente este calor que agobia, pero que deja nuestro corazón por el momento feliz y tranquilo, aunque bastante preocupado.