Los compadres clandestinos del fútbol

Las cosas que tiene el fútbol. Quien lo diría, hace unos días estábamos maldiciendo nuestra suerte y soltábamos censuras unidas a oscuras predicciones, cuando nuestra selección fue abofeteada con alevosía y ventaja, sin que siquiera hagamos una mueca de defensa. Sin embargo, no tuvo que pasar mucha agua bajo el puente, para que volvamos a vestirnos de euforia, porque si algo bueno tiene el fútbol nuestro de cada día, son sus hinchas, su gente, que se evangeliza en hinchada fiel y deja de lado el pasado que lo acongoja, para llenar la tribuna y conceder sus pasiones a la justa causa de sus colores.

Un nuevo clásico, que dejó un resultado emparejado y tuvo como beneficiados a terceros, en la recta final de este clausura que amenaza con sorpresas arriba y abajo, pero también en la mesa de la FPF, que ya empezó a lanzar el tufillo de desagrado, para decidir por ejemplo, que el torneo del 2008 sea con 14 equipos. Bueno mas allá de producir arcadas, sabiendo como se maneja Burga y sus correlogionarios, eso no será ninguna sorpresa.


Hoy que nuestro fútbol vive horas de sabor desagradable, ha sido meritorio lo que se vio en la tribuna, gente vestida de esperanza para ver buen fútbol, que se fue tranquila, porque abajo en el verde, los compadres se enfrascaron en una riña que tuvo un tiempo para cada uno pero que mas allá de quien pudo haberse llevado el triunfo, nos ha dejado algunos signos de interrogación:

El “café” Mendoza, es un colombiano privilegiado y no por sus primores de buen futbolista, sino por esas horrorosas deficiencias técnicas de cara al gol, que tuvo y tiene a menudo, pero sin embargo, para su buena estrella, puede darse el lujo que en su hoja de servicios, figure haber jugado por Alianza y la “U”, encima de todo fue pugnado por ambos clubes, como si se tratase de tremenda figura. Cabe la pregunta ¿Quién se beneficia realmente con esta clase de fichajes?. Acaso la respuesta sea que el único tamiz que existe, es manejado de manera exclusiva, por ladinos dirigentes y vivazos empresarios.

Alianza siempre ha sido cuna de nuevos valores e incluso generó toda una vorágine de expectativas, para esperar la aparición de los nuevos “potrillos” que apacigüen la tan necesitada regeneración de nuestro fútbol. Pero, su hoy técnico Arrue, aún no se atreve a soltar a Reimond Manco desde el inicio e insiste en los nombres de reventados gladiadores íntimos. Acaso la aparición de nuevas figuras, dependa solo del técnico y no de un adecuado trabajo de divisiones menores, cabe preguntarse entonces, si es mas importante, apostar por la renovación progresiva o por la desidia de cuidar los resultados inmediatos, al margen de que estos últimos, incluso puedan ser negativos.

Un técnico de mediano cartel, como Careca, ha llegado a la “U” como muchos, a llenar el currículum y experimentar técnicas y estrategias. Pero lo mejor de todo no es el resultado de su aplicada disposición, sino los hombres que ha escogido para ello, resaltando de sobremanera los jóvenes, Fernández en el arco, Duarte, Balta y Rabanal, que por lo pronto, ya pisaron el suelo, en un partido de exigencia, ello al margen de sus actuaciones individuales, va marcando su kilometraje. Esta medida le está dando la razón, la que incluso puede generar que arregle extender su contrato por un par de años. Suerte la de Careca, o personalidad para asumir los retos, algo que no se encuentra muy a menudo en nuestro medio, a veces ello es la clave del éxito mediático, aunque tratándose de la "U" esta historia ya ha sido escrita hace tiempo, con otros protagonistas, pero con los mismos resultados.

Este fin de semana los compadres, cada uno por su lado van a enfrentar realidades que apuntan a un bien común, que es despertar la ilusión de un pueblo golpeado. Sus hinchas, serán nuevamente protagonistas de esa turbulencia que los aprisiona y los hace olvidar pasados tormentosos. Alianza y la “U” son los equipos de mayor hinchada, nunca se sabrá quien tenga mas simpatizantes o verdaderos hinchas, pero está claro que han logrado tapar con un dedo, el presente desagradable. Quien sabe si el clásico no se hubiera jugado tan pronto después del desastre de Quito, nuestro ánimo no hubiera curado tan rápido. Pero de una cosa si estamos seguros, que estos compadres, se odian como enemigos, pero sin siquiera ellos proponérselo, unieron a los amantes del fútbol, el fútbol nuestro de cada día.

El alto precio de la improvisación

En la tranquilidad que brindan las horas de sosiego, resulta mejor replantear ideas que no sean conceptos en caliente, ante una vergonzosa presentación en la mitad del mundo, de este equipo peruano, timorato, sin alma y tan diferente al de hace unos días, que fue un bálsamo en las horas de ansiedad. Miro un cartel donde el “Chemo” publicita un analgésico con la expresión limpia y recreo su contraparte a la sonrisita nerviosa, ante lo inexplicable que reflejaron los cinco cachetazos ecuatorianos. El gran arranque de Farfán, para el gol de Mendoza, que dejó en el aire la idea, que se pudo hacer algo más y que resquebraja la embustera plusvalía de nuestros jugadores de cartel. Mirando mas allá de un equipo remendado y una actitud vergonzante, la única respuesta con la que tropiezo es esa IMPROVISACIÓN, con la cual se alimenta el fútbol nuestro de cada día.

Improvisación en el verso del “Chemo” de que no tendremos una generación como esta en 50 años, y apela al reciclaje de jugadores añejos, de pronto porque no hay de donde escoger o quizás porque no hay muchas ganas de generar riesgo. Pensando en Ecuador llama a hombres sin nivel de competencia del Cienciano, a sabiendas que, quien digita los nombres es Juvenal Silva, inefable dirigente que hace prevalecer sus propios intereses, antes que los del propio país. Cuando dice que cualquier jugador del extranjero está por encima de los del torneo doméstico, como si el simple hecho de irse fuera, a un campeonato anónimo, brinde alguna sustentación para calificar la jerarquía de un jugador.

Disponer el ensayo a cinco en el Cusco, para después tenerlos un día y medio en Lima, descompensando su aclimatación. Programar un viaje a Quito, una noche antes del partido, provocando los efectos de la altura en mas de un jugador, siendo Rodríguez el que paga las consecuencias. Acarrear problemas por denuncias de programas de TV faranduleros y tener un plantel desconcentrado y peleando por sus intereses monetarios, antes que alerta para la competencia de rigor, muestra un manejo de grupo, que prioriza la voluntad del jugador antes que la autoridad del entrenador. Armar un equipo nuevo en dos días, sin preparación y que se juntan en el camarín, habla por si misma de una marcada improvisación, que no solo le atañe al DT porque finalmente él, solo resulte siendo el fusible –uno mas de la lista- que permita cuando lo echen, que los verdaderos causantes de esta desorganización, sigan perpetuados al poder.

Quizás el Chemo tenga tan buena intención de querer cambiar esto, como todos los peruanos, aunque como entrenador, siga pensando como jugador. Pero cualquiera que se ponga el buzo, se va a encontrar con una realidad dura, tan nefasta como nuestra y que tiene orígenes de tipo formativo. Ahora que se habla de intervención del gobierno, acaso y no sea importante que el proceso inicial de un futbolista, involucre de sobremanera la parte social y emocional, para mas allá de tener un buen deportista, se logre una buena persona, con valores y principios. Es imprescindible generar camadas de nuevos jugadores y darles el roce internacional inmediato, para tener alternativas de nivel. Así podríamos evitarnos por ejemplo, las insolencias y el soberbio proceder de los mal llamados “extranjeros”.

Hoy tenemos mas jugadores jugando fuera, es verdad, pero para afrontar el fuste de una eliminatoria solo son rescatables seis o siete y paramos de contar. Ante Ecuador quedaron fuera Vargas, Guerrero y Rodríguez, Solano quema sus últimos cartuchos. Detrás de ellos no se cuenta con gente que garantice armar un equipo de jerarquía. El reciclaje es solo un calmante y a veces nos hace perder ecuanimidad. Queremos que el “Chorri” siga corriendo como hace diez años y que Bazalar sea prolijo, cuando la edad le jala la camiseta. Mientras los rivales apuran a sus nuevas caras e inyectan sus equipos con sangre joven, nosotros seguimos esperando que los años se hagan eternos. Aún es desorbitado lanzar a Manco o Duarte como soluciones, pero les haría mucho bien (por ejemplo) el que vayan haciendo el kilometraje futbolístico, compartiendo con los consagrados los avatares de una eliminatoria, en lugar de esos nombres gastados que nunca han marcado (ni marcarán) la diferencia y solo llenan una lista de convocados.

En el fútbol actual, los jugadores dejaron de ser súbditos ordenados a su DT y solo obedecen a comportamientos desviados por el nivel social de donde provienen –normalmente muy pobre- y el cambio radical que le encuentran a sus vidas. Hoy en día los futbolistas mas allá de ser netos deportistas de competencia, son buscadores de fortunas y todos sin excepción están unidos a un solo motivo: el vil dinero. El dinero termina por corromper conciencias, trastocar personalidades y sustituir hasta su propia identidad.

Hoy los jugadores se agrupan por afinidades y categorías, por el nivel donde juegan o el entorno en el que se mueven. Tienen el poder para moverse dentro y fuera de la cancha, de acuerdo a sus conveniencias, asumen posturas y arrogancias, que a menudo somos los mismos hinchas quienes lo propiciamos y después terminamos por lapidarlos cuando los resultados son ajenos o a veces catastróficos como este. Pero siempre tienen un trasfondo, que incluso va mas allá de lo netamente deportivo. Los jugadores pueden derrocar un técnico, cuando no va con sus intereses. Pueden hacer cambiar la historia cuando les viene en gana y también pueden echarse para atrás, cuando de por medio esté en juego su razón de ser y su mejor incentivo: el vil dinero.

Mucho de lo que vamos a seguir reprochando, nos va a terminar agujereando las ganas, pero el fútbol en esencia, no dejará de ser siempre un juego, un retozo y diversión, pero con niveles de competencia y dificultades, que exige estar preparado para afrontarlas. Pero es muy cierto que el fútbol dejó de ser deporte, hoy es un imperio, un negocio, un mercado de prodigios del balón, que ha convertido a sus protagonistas, los jugadores, en dioses omnipotentes, capaces de generar alegrías y tristezas, cimentar el orgullo o la inferioridad de una nación, supeditados a su propia voluntad de intereses pecuniarios, porque el amor por la camiseta y hasta por propio el país, ha pasado a ser un simple argumento de corte nacionalista, mas usado y sentido por el pueblo, que por ellos mismos.

Dependiendo del matiz que le queramos dar, el fútbol puede ser un juego, un conflicto bélico, una batalla, o una simple competencia. En una eliminatoria se asume que la selección nacional es la que representa lo mejor de nuestro balompié, pero acaso quien los elige, no sean los mismos integrantes de la nación, sino alguien que obedezca a intereses ajenos, de ladinos personajes que viven del fútbol. La objetividad es sinónimo de moderación y en ese sentido, nos debe hacer realistas, esto es lo que tenemos y esto es lo que somos. Aunque el fútbol y la política vayan de la mano y sus resultados tiendan a estar regidos por los que llevan sus riendas, no es muy cierto que un país se vaya al descalabro económico, su gente mejore en identidad o acreciente sus complejos de inferioridad, si es que se clasifica o no al mundial. El resultado de un partido solo cambia nuestro ánimo. El fútbol es una cuestión de momentos y oportunidades, por eso nos apasiona tanto.

Hoy maldecimos nuestra suerte, pero mas temprano que tarde, volveremos a sentir que podemos alegrarnos e ilusionarnos y que seguimos teniendo un motivo encendido para que todos los que lo llevamos dentro, sigamos hablando de fútbol.

Un punto de partida para mirar de frente

Aquella actitud pesimista que muchos peruanos asumieron antes de enfrentar a Brasil, dejaban un manto de duda que contagiaba. Aquel deseo insensato de esperar que nos goleen para después llenarse la boca, con aires de videntes privilegiados y dilapidar nuestra realidad futbolística, dejaban endeble aquella fácil forma de entregarse a la desgracia antes que suceda y a resignarse a que el monstruo imaginario, nos destripe, sin intentar un ápice de defensa.

El mar humano de caras pintadas de rojiblanco desfilaba hacia el Monumental, algunos confiados en un buen partido, otros con la ilusión de celebrar una hazaña y la mayoría, por ver de cerca a las estrellas cariocas. Llegando al estadio, mi hijo miraba emocionado las tribunas, que tenían color de fiesta. Abajo en la cancha, los brasileños respiraban el aire de la gente, que lejos de hacerlos sentir extraños, se rendía ante su nombradía. Se sentía un aliento timorato a la bicolor y un respeto asolapado al temido ‘Scratch’ que vino de visita, pero desde que entró al verde, se sintió demasiado patrocinado.

Para jugarle bien y amenazar a Brasil, se debía hacer un partido para siete puntos. Se requería entonces un equipo presto a la lucha de manera constante y tenaz. Una actitud de agresividad, sobre la base de querer, mas allá de poder, de hacer de la disciplina táctica un mandamiento, regido por la irreverencia ante la historia de un Brasil, que de visita, juega de manera mezquina, esperando el mínimo error del rival. Es su estilo, el mirarte de reojo y si te ve espantado, termina por aniquilarte temprano.

Por eso vimos un inicio de dientes apretados, sin resignar la suerte ni el balón, aquella actitud tan reclamada y remendada, fue apareciendo como una flama que empezaba a encender la ilusión del hincha. Penny enchufado, Salas –espectacular- junto a Rodriguez y Acasiete –destacable- anticipaban todas y el “loco” Vargas mordía los pensamientos ajenos, Lobatón hacía un partido redondo y Jayo era prolijo en la marca. Solano no estaba fino en el servicio, pero entregado al sacrificio. Guerrero y Farfán deshojaban oportunidades para el regate y Pizarro peleaba con Lucio y Juan, dos torres inexpugnables. Hasta allí se veía un once ordenado y no asustado, un equipo prevenido para el asalto, sin resignar nada a la suerte. Brasil en cambio, jugaba con el timón automático, desperezado y confiado en el desgaste del rival.

Mi hijo se impacientaba –igual que yo- cada vez que el tridente mágico, de Ronaldinho, Kaká y Robinho, se juntaba para hacer daño. Cada avance carioca tenía respuesta bicolor y se hizo un partido de ida y vuelta. El tener tapada la boquilla de la lámpara mágica brasileña, corría el riesgo de hacer caer en la distracción, llevar al error. Por algo a Kaká le dicen el ‘Dios’, porque está en todas partes y ninguna a la vez, aparece donde nadie piensa y cuando lo hace, suelta esas ráfagas de calidad infinita que encandila los ojos y hace sufrir a los rivales. Balón perdido, espacio descubierto y el brasileño suelta un bombazo que deja sin chance a Penny. La mirada perdida de mi hijo busca refugio y atina a abrazarme con nerviosismo, yo busco respuestas y me tomo la cabeza, mirando los dedos índices de Kaká que apuntan agradecidos al cielo.

Para la segunda mitad, el no ver a Guerrero espantaba la expectativa. Las cosas empezaban diferentes. Aplaudimos el reciclaje del “Chorri” Palacios, como entregados a nuestro libro de historia y contagiados por los cojones que le ponía a las jugadas. El “Chemo se la juega con un Mendoza resistido, por un laborioso Jayo, en una actitud temeraria, con la idea de abrir la cancha y de ir por el todo o nada. Balón luchado que provoca un corner, frente a nuestra ubicación, despeje de Juan que sale disparado hacia la humanidad de Vargas y el “loco” lejos de buscar el centro, se hamaca y le mete un fierrazo que encuentra la pierna de Lucio y se fue adentro.

El estadio explotó de locura desenfrenada, abrazado a mi hijo, saltábamos alegres con gritos desaforados que reventaron nuestras gargantas, la alegría de la gente fue indescriptible, en ese instante, todos fuimos hermanos, todos fuimos mas peruanos que nunca. Nos habíamos ido encima de Brasil. Lo tuteamos y lo miramos a los ojos, lo hicimos sentir por unos minutos que estábamos en casa, pero Brasil no solo tiene un nombre, posee jerarquía y en pocos minutos emparejó todo. La tragedia nos tocó la puerta, pero el barbas se puso la bicolor, nos dimos cuenta que el partido había concluido cuando Ronaldinho intercambiaba camisetas con Farfán.


Aquel mar humano, mostraba las mismas caras a la salida. No se pudo ganar, pero tampoco perdimos. Aunque este punto no sirva de mucho, se logró ante un grande como Brasil y toda su constelación de jugadores de nivel superlativo. Recién veremos su valor real, en el largo plazo, cuando esta eliminatoria se encuentre en la etapa de las definiciones, ojala y para ese entonces hayamos recuperado el regocijo y no sea una simple alucinación.

Llegando a casa, intento poder hablar y no me salen las palabras, mi hijo está igual, aquella celebración del gol peruano, se nos ha quedado como una experiencia valiosa, aunque haya maltratado mas de la cuenta a nuestra gargantas, dejándonos una molesta afonía. A sus cortos diez años, mas allá de ir a hinchar por la bicolor, mi hijo fue a ver a Ronaldinho y terminó empujando con sus gritos al “Chorri”. Yo fui con muchas dudas y terminé sorprendido por el empuje del “Memo Salas”. Fui esperanzado en ver a Farfán y Guerrero, pero me quedé totalmente subyugado, por la prestancia y la calidad del número 7 de Brasil ; Izecson Dos Santos Leite, mas conocido como Kaká.

Meritoria la actitud, pero deberá ser una constante, quien nos dice que, en la visita a Quito y por las ausencias obligadas, se termine afrontando contra Ecuador, una formación inédita como incógnita, pero de pronto efectiva, por el tema de la altura. Así las cosas, la tarjeta de crédito del “Chemo” está con observaciones y requiere un aval de triunfos del corto plazo, es lo mejor antes de irse de vacaciones, es lo más aconsejable para terminar el año con saldo a favor y mucho de credibilidad. Al menos la actitud mostrada ante Brasil, deja en claro que se tiene un buen punto de partida, para mirar de frente aquello que parezca imposible de lograr y por lo que valga la pena luchar..

Disciplina para afrontar el reto

De nuevo rueda el balón mundialista, con él se elevan nuestras ansias y alientan nuestras ilusiones marchitas. Se viene una jornada que para nuestros intereses y posibilidades tiene marcada la obligación para nuestra bicolor, de hacer cuando menos tres puntos de seis en juego. Tarea por demás complicada y titánica, si en este cáliz de esperanza, para empezar el primer sorbo, tenemos parado frente a los ojos, al 'Scratch' con sus figuras relevantes, nada mas y nada menos.

Aquel indicio timorato de llevar a Brasil a jugar en la altura, estaba dentro de una posición plausible, pero debía existir una planificación y orden que consistían en nueve días de aclimatación. La altura de Arequipa está en rango FIFA, allí Brasil sufriría mas de la cuenta, lo más sensato hubiera sido jugar en Arequipa y, en un vuelo chárter, ir directo a Quito. Eso permitiría a nuestros jugadores del exterior jugar en Quito al noveno día de altura, aclimatados totalmente. Pero ante Brasil se estaría recién en el día cinco, con adaptación a medias, pero igual con ligera ventaja en el tema de manejo de altura.

Todo esto fue abortado por el ‘Chemo’, mas por la fuerza de los jugadores, que por un argumento de sentido común. Los seleccionados, dejaron mal parado a su técnico, negando cualquier posibilidad de ir a la altura. Los venidos de Europa están en otro “level” y su mejor vitrina es vestirse de corto en la comodidad de nuestra ciudad capital y asemejando todas las bondades que les brinda su dulce vida de “extranjero” y que de cuando en vez, le apetece venir a visitar nuestra Lima y su gente futbolera. Pero la altura no garantiza nada, mientras, entre lo que se dice y se hace, no exista una buena disposición para acatar la disciplina, un tema que últimamente, ha sido regateado sin resentimiento alguno.

El llamado del ‘Chemo’ ha sido muy discutido, aunque obedezca a un toque de criterio, el tener dos equipos para afrontar distintas eventualidades, solo si de geografía se trata, porque en la cancha serán complicados los dos encuentros. Son dos escenarios diferentes, pero una misma idea colectiva de ir por la gloria o morir en el intento. En estas horas que se intenta remendar el mal inicio de las eliminatorias, hay opiniones encontradas, que sugieren nombres y vapulean a renombrados caudillos de anteriores etapas. Nuestra realidad futbolera no deja mucho de donde escoger tampoco y a veces el antojo de una decisión del corto plazo, apura en hacer el llamado a quien hace un buen partido o al que tiene bajo el brazo un pergamino que lustra su nombre con orgullo. Mas allá de que estén los que deban estar, existe un tema de disciplina para ser coherente con lo que hizo prédica el ‘Chemo’. De nada valdrá preparar gente en el Cusco y al final se opte por lo más simple, eligiendo los nombres, por encima de los hombres, haciendo caso omiso a lo que dicte la razón. Peor aún, y según los acontecimientos, termine por actuar por instinto, para estar mas cerca de los corazones y las voces de los hinchas.

Contra Brasil se deberá poner toda la carne en el asador y en esa premisa, vienen siendo muchos los llamados pero muy pocos los elegidos, la fatalidad nuevamente nos ha dejado huérfanos en la primera línea de volantes, que más allá de tapar la inspiración y destreza brasilera, debe tener salida prolija. Lo más probable es que Jayo y Lobatón, asuman esa misión, aunque a despecho de volver a improvisar, el acertijo termine dando un mejor resultado. Acasiete y Rodríguez, están en buen nivel, pero solo individualmente. Como pareja, no llegan a consolidar ese consorcio de ideas y funcionamiento en una parte importante de la zaga. El ‘loco’ Vargas sería mas útil desde atrás, pues como volante, se hace previsible y lógicamente anulable. La preocupación sigue siendo el marcador derecho, es el lado donde se recuesta Robinho y si está enchufado podemos pasar un mal rato. Esperemos que ‘Ñol’ y la “Foquita” reiteren su buen momento, amén de Paolo Guerrero que es nuevamente la mejor esperanza de gol. El que anda por la cornisa de la vacilación es Pizarro, la banca no le brinda ninguna credencial de titularidad, pero es la carta ciega del ‘Chemo’ quien no se va hacer problemas para ponerlo desde el vamos.

Así las cosas, la blanquirroja se prepara mas con ansias e ilusiones que con propia convicción, mas con la fuerza de su gente, que con su propia realidad que golpea sus atributos. En el verde saldrá dispuesto a tutear a este ‘Scratch’ que cuando juega de visita, a veces es mezquino y que aprieta el acelerador solo cuando las circunstancias los desfavorecen, la rica técnica de sus jugadores puede desnivelar en cualquier momento y en ello la concentración y firmeza, será lo que mejor deba aportar cada peruano que le toque estar. Nuevamente en la palestra el tema de la disciplina, esta vez la táctica, la estratégica, para realizar bien la tarea con los pies, teniendo bien caliente el corazón pero también fría e imperturbable la cabeza.

En la tribuna, nuevamente es incontrastable lo que brinde la gente que asista al Monumental, ya está dicho que no asistirán en gran masa los hinchas acostumbrados al aliento incansable y que aseguren hacer sentir que somos locales. Aquí la disciplina se vuelve conducta y toca ser solidarios para elevar la voz, vibrar al extremo y soltar la alegría escondida, aunque sepamos para nuestros adentros que a este escuadrón brasileño, con jugadores tan acostumbrados a la alta competencia, no le hará mella. Acá solo cabe meterse en cuerpo y alma a la cancha y salir a tomarle la cola al León. Que podamos salir lastimados, es un riesgo, porque tenemos el alma de ciervo y el cuerpo de ratón, pero acaso no de atrevimientos extremos, se logran conseguir los objetivos y se rompen las mas grandes barreras.

VAMOS PERU!!

Los de arriba y los de abajo

La eliminatoria mundialista, ha puesto la pausa a este clausura, que en su recta final, ha dividido a los equipos, en dos grupos bien definidos, unos que luchan por la gloria y otros por evitar la desventura.

LOS DE ARRIBA

El camino hacia la cima se va tornando mas despejado, se hace hora de sacar la calculadora y hacer el itinerario, porque quedan cuatro fechas para definir quien llega primero a la cúspide y en este tramo aquel que pisa en falso, puede perder el equilibrio y caer al vacío de la desilusión irremediable. Si miramos la tabla, del primero al sexto puesto, solo hay cuatro puntos de diferencia, casi nada Los últimos resultados van abriendo la ventana de las conjeturas y lo que se viene es un reposo obligado que servirá para apaciguar las ideas y enmendar rumbos.

La “U” concretó un 3-1 ante Boys que bautizó a Moisés Baráck como su nuevo técnico. Se quedó en la retina lo de Mayer Candelo, que hizo la distinta y culminó una jugada que la tiene patentada en su disco duro, sirvió con guante de seda para que el “vagón” Hurtado defina a placer el tercer tanto, un gol con aroma de café, bien colombiano. Ahora le toca esperar con mucha calma, con el espíritu en paz y con la tranquilidad de no tener ningún convocado en la selección. Otra vez su eterno rival, Alianza, en una nueva versión del clásico que definirá opciones. Esta vez con un sabor a revancha, un postre que se saborea mejor cuando está bien frío.

Alianza subió a la altura del Cusco, provisto mas de ímpetu y ganas que de arresto físico, allá arriba es imperdonable, dejar que el tren de las oportunidades se vaya, porque después se viene el aluvión rojo, llamado Cienciano que de tanto golpear la muralla de la esperanza, termina por devastarla. Ha sabido recuperar ese valor agregado, de ser invencible en su fortín y ya se puso el cartel de favorito, porque para su suerte, el fixture es cómplice de sus ambiciones. De todos los candidatos que quieren llegar a las alturas, es el mas privilegiado, porque allá arriba, el rojo tiene su vida hecha, es su habitat y con eso le basta y le sobra para alimentar la ilusión de llevarse un torneo, que le era esquivo hasta hace algunas fechas atrás.

Lo de Cristal es para la reflexión, su camiseta color cielo esperanza, hoy mas que nunca brilla entre su gente atribulada, cuando todos lo daban por muerto y lo dejaron abandonado a su suerte en la habitación de los desahuciados, se acordó de su grandeza y apoyando sus brazos en las muletas de la pujanza, empezó a caminar y hoy ya le dieron de alta. Se le ve mejorado, aún no está del todo fuerte, pero pisa firme en el torneo. Aferrado a su sueño, se llevó de encuentro a un candidato como Bolognesi, que empieza a quedarle grande, el pergamino de equipo grande, hay voces encontradas que definen una relación impurificada, entre lo que quiere Reynoso y lo que pueden hacer sus jugadores.
Cristal ha resucitado, viene abandonando la zona de las tinieblas y casi sin proponérselo, ya se metió entre los cuatro candidatos al título del clausura, solo depende de si mismo y de que el sueño de sus hinchas, acompañen sus pasos.

Después viene el baile de los que sobran, metido allí está la San Martín, no muy lejos de su objetivo final, que es meterse dentro de los seis primeros y asegurar los play off , el Ancash y Melgar juegan a no hacerse daño y quedarse en el limbo de ser un don nadie y tampoco comprometerse con dificultades ajenas, lo suyo pasa por un tema de supervivencia.

LOS DE ABAJO

De los cuatro equipos que ocupan los últimos casilleros, hay dos que como van presentadas las cosas casi han definido su futuro y los otros dos han puesto las barbas en remojo para no contagiarse de esa enfermedad llamada fracaso y que pulula en la denominada zona de descenso. Boys y Alianza Atlético deben sumar todo lo que puedan, restar lo menos posible y multiplicar sus esfuerzos para no verse comprometidos con el Total Clean y mi Muni querido que después de lo que le hicieron al llevarlo a Juliaca, lo han sentenciado a muerte y a vivir rezándole a la virgen del acumulado, para que multiplique sus puntos y deje su cuerpo a otro infortunado candidato a morir, pero con lo que tiene y con lo que muestra, resulta tan difícil pensar en la esperanza.

El tema de la baja, se ha visto comentado con sarcasmo extremo, y es que resulta demasiado sospechoso que justamente los dos equipos comprometidos con el descenso, sean sus ladinos dirigentes, fieles escuderos de Burga -incluso forman parte de su directiva- como mandamás vilipendiado de la Videna, en un acto por demás abominable para los ojos limpios de los hinchas ediles que acongojan sus penurias, en esa fe indomable y ese amor infranqueable que arrea su bandera de esperanza.
Lo mas probable es que haya baja y estos dos equipos dejen su lugar a otros inquilinos en la profesional. Lo mas increíble –y bochornoso- es que Burga haya hecho un pacto diabólico con estos dirigentes y en aras de cumplir con la “recomendación” de la FIFA, el torneo del 2008 se lleve a cabo con 16 equipos. Entonces, tendrán licencia para zurrarse en el reglamento, y se descubrirá tremenda patraña escondida y pactada entre estos bribones del fútbol que fungen de dirigentes y no hacen mas que vivir de las ilusiones de tanto hincha que sufre arriba en la tribuna. Aunque ello beneficie a mi Muni querido, el mismo hecho de tener esta clase de dirigentes, ya es un hecho que huele a podredumbre.

Dejemos que esta pausa nos enfríe las emociones, para encontrarnos después con el tramo final de este clausura que se puso entonado al final. Dejemos para mas adelante el análisis y entremos de lleno a la eliminatoria. Dejemos un momento guardadas nuestras expectativas, que ya han marcado en nuestro torneo doméstico con nombre propio, quienes son los de arriba y quienes los de abajo.

Bondades y pecados de un clásico

Se ha jugado una nueva edición del clásico, esta vez lejos de la ciudad, lejos de la vista, pero muy cerca del corazón de los que aman una camiseta añeja en el tiempo y vigente por las emociones que siempre despierta. Unos de crema y otros de blanquiazul, todos pendientes de un resultado, esta vez la suerte se fue a la Victoria, pero nos dejó mucho para el análisis.

ACTITUD.- Está dicho que en el fútbol moderno, un equipo que es redundante, se hace previsiblemente frágil y vulnerable, no basta salir a la cancha con el libro de historia bajo el brazo y enseñarle al rival el tatuaje con la garra amenazante, hoy se hace ineludible tener la idea clara, la cabeza fría y el corazón caliente, pero mucho más importante es la actitud, de querer ganar desde el inicio. La “U” salió a esperar en el medio, agrupando hombres y colocando línea de tres atrás, (peligrosa disposición cuando no se trabaja) una idea moderna de Gareca, pero que para nuestros futbolistas, no acostumbrados a la disciplina táctica, termina siendo una daga amenazante. Alianza salió sin Maestri, pero con un sistema agresivo, desde el vamos, Arrué le ganó la iniciativa al clásico rival y a los cinco minutos ya tenía entre sus argumentos, tres llegadas claras a puerta.

EFICIENCIA.- Un equipo que crea situaciones, pero no las concreta, termina alimentando el apetito voraz del rival, lo hace peligroso y prueba de ello es que muy temprano, Alianza embocaba el primero con un gol de buena factura. Ciurlizza –que bien le hace al fútbol su recuperación- destila con gotero un centro al corazón del área y Viza, le gana el vivo a los defensas merengues, le puso la justa, en una media “chalaca” que salió cruzada, lejos de las manos de Fernández, un golazo para empezar la fiesta blanquiazul. Después vino el error de la defensa crema, fortuito, pero error al fin y dentro del área se paga caro, Benavides se la encontró mansita y mató a placer. Mientras la “U” porfiaba por hacer fútbol y se enfrascaba en errores de acoplamiento, de entendimiento que lo hacía chocar contra el ímpetu de sus integrantes, Alianza, con el marcador a favor, controlaba los tiempos y administraba su fútbol mas por inteligencia que por fuerza del rival, que al final de la primera mitad, dejó a los cremas con la sangre en ojo, pero carente de contundencia. Para el final la historia pudo ser diferente si la “U” hacía eficiente la culminación de todo lo que generaba, el tiempo fue su otro rival y Alianza liquidó con un gol de Acosta, a mérito de tremenda habilitación de Manco entre dos rivales.

DECISIÓN.- La era de los “jotitas” nos legó nuevos valores, algunos están incrementando su kilometraje de a pocos, ayer estuvieron Correa y Manco, uno crema, con intermitencias propias de su aún incipiente bagaje, pero Reimond es un predestinado para el fútbol, en los pocos minutos que tiene jugando en primera, destila, esa picardía propia de los nacidos con una estrella, va siendo hora que alguien haga algo y se vaya rápido afuera, de seguro que su formación en Europa - por ejemplo- nos devolvería un jugador de otra dimensión. Lo que si resulta preocupante es la situación de Duarte, quizás el de mejor proyección, en un puesto clave en el fútbol peruano, pero mientras la “U” tenga a Gareca, va a primar su temor a los resultados que a jugársela por un joven que tiene a su corta edad, mucho mas categoría de cualquier extranjero que defiende el área crema. Allí hay un factor de decisión, muchos dicen que a los jóvenes hay que soltarlos despacio, y en esa premisa, vamos a seguir llamando “juvenil” a un jugador que frisa los 24 años y recién tenga un par de partidos en primera. Acaso y el calendario sea el termómetro que indique que es o no hora que salte a la cancha, eso lo define la calidad del jugador no su partida de nacimiento, si no es ahora, cuando podremos saber si solo eran unos buenos proyectos.

INDOLENCIA.- Cada vez mas nos convencemos que nuestras autoridades políticas y futbolísticas, son tan parecidas o clonadas, quizás porque en ambas prima la antojadiza forma de elegirlas, sin un perfil obligatorio y tampoco argumentan una pizca de sentido común y menos criterio para la toma de decisiones. El llevar al partido a Chimbote ha sido por un tema trillado y manoseado llamado SEGURIDAD, ni el Monumental, ni el José Díaz supuestamente cumplían con los requisitos previos, para un encuentro de alto riesgo. El resultado previo al clásico, hizo ver, que quienes tenían que evitar los desmanes de los vándalos disfrazados de hinchas, eran novatos aprendices de policías y el descontrol ha dejado un saldo trágico: Un joven muerto y muchos heridos.
Pero acaso sea injusto decir que el fútbol sea el culpable, de los tiempos violentos que golpean nuestras sociedades y que nuestros jóvenes y niños, tengan la torcida idea que el color de camiseta, los hace antagonistas encarnizados y que entre ellos, la pasión satánica está disfrazada de odio, hacia su propia realidad que los llena de impotencia, de rabia y furia insaciable. Quizás ese iracundo proceder, no los haga darse cuenta que la muerte está sentada a su lado, sonriente, a la espera de brindarles un abrazo mortífero y letal que terminará por quedarse con su propia existencia.

IRRESPONSABILIDAD.- El ser dirigente de fútbol, faculta a cualquier hijo de vecino, tener el poder de un equipo, algunos creen que eso también los hace dueños de la verdad. El directivo Nolli, sale a decir que el arbitraje fue “desastroso” y que hay mano negra contra la “U”. Fano –fiel a su estilo- argumenta que siempre es así –cuando pierden- y que los árbitros juegan en su contra.. Toñito Gonzáles –alguien le engaño que es sucesor del “Puma”- sigue haciéndose expulsar de manera irresponsable y de forma continua, también argumenta que el árbitro es el causante. Pero contrariamente El DT Careca, dice que perdieron en buena lid y que fue por errores propios y falta de actitud. Mayer Candelo –el referente crema dentro del campo- hace la pausa, para reconocer diplomáticamente que perdieron por atributos del rival, pero deja entre líneas la actuación del árbitro.
Todos por la TV vimos que si hubo errores arbitrales, no fueron tan “siniestros” y tampoco, desnivelaron un partido definido desde el inicio, por la actitud blanquiazul. Es que cuando se pierde resulta tan simple echarle la culpa al árbitro, pero personalmente, hubiera querido que ese mismo Nolli, hubiera admitido lo mismo, el día que el árbitro no le cobró tremendo penal a Sawa y le ganaron a mi Muni querido, con los pantalones en la mano. Es que en el fútbol, nuestro fútbol de cada día, es tan fácil salir a declarar sandeces, cuando no se tiene la personalidad de asumir con hidalguía que el rival fue mejor dentro de la cancha.

Dejame que te cuente celeste

Dejame que te cuente, bajopontino de pecho celeste y corazón maltrecho, si la última vez que fui a visitar a tu Cristal, en su lecho de enfermo, lo encontré levantado, en pantuflas, con su bata color verde esperanza y un rostro diferente, como si hubiera podido –después de muchas noches- conciliar el sueño, sin pesadillas y solo con sobresaltos propios de su estado convaleciente. Estaba de pie, recién salido de la ducha y mirando por la ventana al Señor de los Milagros, que pasaba por la calle, pude percibir que mascullaba entre dientes alguna plegaria, pidiéndole al Cristo morado -patrono de la tienda blanquiazul, , que no lo deje morir tan joven, que le dé un cachito de esperanza, para que pueda resucitar y estar nuevamente con su gente.

Déjame que te cuente, blanquiazul, si cuando tu Alianza salió a la cancha, en la tribuna, ya no brillaba el color morado, porque el calendario había agotado los días. Al frente tenía un enfermo del corazón y del alma, un convaleciente que visitaba tu Matute de tantas victorias, un mórbido rival que reposaba sus ansias en el espíritu indomable de los que no se resignan a morir tan pronto, allí tu Alianza se puso laborioso para doblegar su propia intermitencia y salió en busca de llevarse tres puntos que lo encumbrarían en el altar de los privilegiados aspirantes a este candente clausura, que no deja espacios para el vaticinio apurado y donde cualquiera puede quedarse con la corona del equipo mas aplicado o quizás el del menos deprimente.

Dicen que las fieras heridas son las mas peligrosas, dicen que un partido de fútbol no termina hasta el pitazo final, entonces entiendo que cuando los de pecho celeste y blanquiazul, estaban cerrando las persianas de un encuentro disputado y de encono relevante, vino el zarpazo escondido, el que hace mas daño, porque te encuentra desprotegido, tres dedos de Carlitos Lobatón y cual aparición fantasmal, da Silva, el cristiano y garoto de arremetida feroz, pone el testarazo mortal, que dejó sin habla a este Matute que dejó de rugir en el último instante, guardó sus banderas y se fue mascullando su rabia contenida, disfrazando alguna lágrima que le dejó este resultado, injusto quizás, pero tan real como que Cristal, ayer enfermo, en coma y casi desahuciado, hoy está en la disputa creciente de acceder a un lugar de privilegio, las cosas que tiene el fútbol, nuestro fútbol, será por eso que lo amamos y lo sentimos tan fuerte.

Dejame que te cuente hincha del fútbol, que te resistes a creer que solo en Octubre pueden existir los temblores y que se desperdigan los milagros, hoy he visto retozar a este Cristal por el verde prado de sus ilusiones, se ha levantado de entre los muertos vivientes y se ha puesto de nuevo de pie, he visto el rostro de Oblitas y es diferente al de otros días, quizás porque esta semana milagrosa ha podido refugiarse con su propia sonrisa, o simplemente porque alguna extraña poción de ánimo y grandeza, ha podido lograr que despierten sus hasta ayer, escondidos y adormitados discípulos, que se han encontrado con su propia identidad, esa que se aferra a ser menos y que de a pocos le está inyectando sangre a este Cristal, que empieza a resucitar, cual ave fénix.