La caldera de la Victoria

Pase usted señor Niembro con toda su gente de Fox Sports y sea bienvenido a esta tierra bendita y futbolera como su natal Argentina, pero de historias y destinos diferentes. Tome asiento y prepare su mejor verso, porque va empezar un partido difícil para este Alianza, que ha salido con mucha fe en sí mismo y con el corazón en la mano. El silbato ha marcado un minuto de silencio y se adormitan las emociones. El libreto grone, marca un primer toque y lanzar el balón al área enemiga, como una bombarda, que le enrostre al “Pincha” lo que le espera esta noche. No hemos acabado de sentarnos y Sosa se ha robado el balón, ante una grosería de la zaga aliancista, enrumba y define con clase. Antes del minuto de juego, el león se abraza feliz en el verde y la tribuna se ha quedado anonadada, taciturna y conmocionada. Solo queda echar el resto, para que no se venga la noche. Pero al frente está el campeón de la Libertadores y número dos del mundo -nada menos- con su emblema disfrazado de “Brujita” que viene con escoba y todo para barrer y hechizar a la tribuna. Está redifícil, complicado, pero hay algo en el ambiente que tiene música celestial. Volvamos a tomar asiento.

Que cuando se jodió nuestro fútbol, pregunta usted señor Niembro. Fue cuando los que lo gobiernan, dejaron de lado a los hijos virtuosos del balón que parió nuestra patria, para darle cabida a los conformistas que se congracian, con el auto nuevo y la vedette de moda. Fue cuando nos acostumbramos al fracaso y los peruanos consentimos que perder, es una forma de aprender y morir jugando. Mire a esa gente que ruge en la tribuna con su rabia contenida. Mire como sigue alentando y vibrando con ahínco, es porque quiere despertar de una vez por todas. Mire a este estadio, que hoy parece una caldera de emociones, que empuja con su fuerza y alienta sin desmayo. Es por esta, nuestra gente, que no podemos dejarnos vencer por la adversidad nuevamente.

Ayer fue uno vestido de crema, hoy ha querido el destino, que este “zorrito” de traje blanquiazul, sea el elegido. Usted ya lo marcaba en su comentario, señor Niembro, que se cuide el “pincha” de Aguirre. Y es que ha venido transformado de Argentina. La pretemporada ha devuelto un plantel entero y el “zorrito” pareciera que le han agregado un motor con turbo adicional. La única manera de poder revertir el resultado ante un Estudiantes que sabe jugar estos partidos, era metiendo todo y mojar la camiseta, dejar el corazón en cada jugada y respirarle la nuca a los emblemáticos “pinchas”. Que satisfactorio ver a un Joel Sánchez agrandado, un Tragodara, cumplidor y efectivo. Un Fernández peleando solo con su espada y un Quinteros exquisito y fino para generar fútbol. Nadie extrañaba a Montaño y solo era cuestión de meterle carbón a la caldera y dejar que el “zorrito” Aguirre encienda los motores. Pisar al fondo el acelerador y dejar que el bólido, arrolle todo lo que encuentre a su paso.

El empate viene en ese arranque espectacular de Aguirre, que encuentra a contrapié a Desábato y Cellay. Rompe el cerco y define con rabia, en un zapatazo que hizo explotar Matute. Tengan cuidado con él, advierte usted señor Niembro. Y no se equivoca para nada. Cuando el “pincha” busca la diferencia, el rechazo largo del paragua Gonzáles –notable actuación- deja frente a frente al “zorrito” y sus cancerberos –otra vez- y a punta de fuerza y velocidad, los deja rezagados y define a un costado en una corrida notable, una jugada y un gol de otro partido. Que es un jugador formidable y que es espectacular, dice usted señor Niembro. Quizás no conoce a nuestro “zorrito”. Las canas verdes que le ha sacado a los hinchas grones. Pero hoy, se le ve mucho mas veloz, fuerte y macizo, señal de madurez dicen algunos. Es la versión recargada de la “Foquita” Farfán dicen otros. Todos aliancistas por supuesto.

Vamos al descanso y el complemento nos debe traer nuevas cosas. Tómese un mate señor Niembro. Yo voy por una cerveza. Costas no apuesta por Montaño. Necesita gente que se faje y el colocho no tiene el perfil. Será para la próxima porque hoy es la noche del “Zorro” y sus amigos. Si algo tuvo este Alianza, fue que se sintió capaz, se sintió superior y dejó de lado viejos complejos. La mejor manera de respetar a un rival es ganándole o intentar hacerlo con lo mejor que tienes, tu talento y tu entrega. Estudiantes no encontraba la brújula. Ni Verón, ni Braña ni Boselli acertaban en el enganche. Alianza se hizo dueño de la situación. Viene otro pelotazo para Aguirre. El hincha peruano se emociona, el argentino tiembla. Esta vez cambia de perfil, desaira a Desábato –otra vez- y enfila un zurdazo, punzante, rabioso y letal. El balón se incrusta abajo del madero, que es una cruz, para este “pincha” que ve como este Alianza lo supera con fútbol, con quimba y alegría. Fernández puso el cuarto, como corolario a este vendaval íntimo. Una definición soberbia, como la actuación de este Alianza renovado.

Dígame usted señor Niembro, como un jugador que el año pasado se fallo los goles mas increíbles. Que fue puteado y escupido por su propia hinchada. Que se jugaba sus últimas cartas en Alianza, que no apareció todo el año y que la final contra la U fue una sombra. Que a nivel de selección nunca fue protagonista. Se ilumine un día y deje desairada a su regalada gana a una defensa, que no hace mucho le estaba parando el macho a Messi, Ibrahimovic Xavi, Henry y compañía. Y es que el fútbol es una cuestión de momentos, de oportunidades, no quisiera ni pensar que esto es un espejismo y que la actuación de Aguirre haya sido tan gitana como nuestro fútbol. Porque usted y yo sabemos que con un par de actuaciones similares, fácil que lo venden por unos millones de euros y otra vez volverá a cruzar el charco. Así se maneja el fútbol de nuestros días.

Un lunes señor Niembro. Un lunes cualquiera. Dese una vuelta por nuestra tierra. Porque si hay algo que siempre identificó a nuestro fútbol y el porqué usted se hizo admirador, es esa quimba, ese salero, sabor y sandunga, que solo se lleva en la sangre, cuando se nace por esta parte del mundo. Este Alianza es del pueblo y es la expresión mas cercana, a ese fútbol de paredes y quiebres endiablados. A esa alegría contagiosa que se vive en esta caldera de la victoria, que hoy enciende las pasiones y enerva las emociones de todos los que tienen el pecho blanquiazul.

Un lunes señor Niembro. Un lunes cualquiera. Lo esperamos nuevamente por estas tierras, para que vea como vibra esta gente de corazón corajudo que sabe superar sus problemas y siente que el fútbol resana sus adversidades. Un lunes señor Niembro. Un lunes cualquiera. Usted puede ser nuevamente testigo, de una noche de fútbol, en que nos acostamos peruanos y amanecimos hermanos.


Triunfo de la U al rayar el Alva

Los partidos de copa tienen ese sabor distinto y tan especial que siempre causa un éxtasis contagiante en el hincha. No son los partidos normales en que basta encender la chimenea del entusiasmo o prenderle velas al santuario de las ilusiones. Los partidos de copa se juegan con raza, con fibra y mucho sudor, con prolijas muestras de fútbol, pero también con una alta dosis de inteligencia. Los ganadores de la Libertadores han sido equipos que han cumplido al pie de la letra estos conceptos y vaya uno a revisar la galería de triunfadores y sus campañas, para darnos cuenta de que para llegar a besar la copa, mas que un equipo rendidor, debe existir un grupo con mentalidad ganadora y un plantel que en la cancha, tenga esa marca registrada llamada jerarquía.

Es cierto que nos viene bien ganar en casa. Sea la U, Alianza o Aurich, que les toca representar a nuestro fútbol en el firmamento internacional, mas aún en estos partidos de copa. Anoche le tocó a la U enfrentar a un Lanus que sufre ese síndrome de ausencia que últimamente viven los equipos argentinos, para quienes el fútbol es un negocio rentable y todos los años deben vender jugadores, desmembrando a sus equipos, que deben tener un nuevo amanecer, con nuevos planteles y que acusan un lógico tiempo de demora en cuajar.

Si miramos el resultado podríamos decir que la U está en el camino correcto y que tiene la primera chance de clasificar, pero si nos quitamos la camiseta y analizamos el partido, diríamos que este equipo de Reynoso es mezquino para con el fútbol, pero ha logrado la automatización de sus hombres que no avanzan mas de lo que indica el control remoto. Anoche se vio un equipo solidario para cuidar el balón, que corre y muerde para recuperarlo, que es dúctil para generar el vértigo, pero muy escaso de claridad arriba y carece de un definidor. Esta U de Reynoso puede que sea un equipo que ilusione al hincha crema, pero no lo subyuga y no logra hacerle un guiño a la esperanza de soñar despiertos. Este es un equipo desabrido por momentos, pero que mantiene el orden y la paciencia, los resultados lo avalan y en el fútbol moderno eso, borra cualquier perplejidad o algún pensamiento insensato.

Piero Alva, es de esos jugadores distintos. No es un goleador, ni un virtuoso con el balón, tampoco se le puede pedir que encandile al hincha o sea fino para devolver una pared. Pero a desmedro de tantas cosas que se le pueda reclamar, el “zorrito” tiene la misma camiseta y el mismo orgullo, de aquel que toca el bombo en la trinchera. Por eso hay veces en que se inventa jugadas, hace goles espectaculares y tiene actuaciones destacadas –como la de anoche- pero cuando las luces se apagan, sale por la misma puerta de los hinchas y se confunde como uno mas de ellos, cuando elevan un cántico de triunfo o quizás, cuando putean una derrota denigrante. Piero, quizás no tenga jamás un sitio entre las figuras emblemáticas de esta U que lo acoge hoy y que hace felices con sus goles, pero donde si tendrá lugar fijo es en la tribuna, allí a donde pertenece y con la cual mantiene un romance de amor y odio.

Esta U de Reynoso, quizás no luce y genera dudas, cada vez que inicia un partido. Pero los resultados mandan, es un código del fútbol. Eso le garantiza credibilidad, eso afianza la ilusión del hincha. Eso genera expectativas y es hora entonces que se siga vislumbrando la confianza, que el hincha empiece a creer que se puede ir mas lejos, que se siga creyendo en un “Zorrito” Alva siempre inspirado, un Rainer Torres que funciona como motorcito recién ensamblado, un “Fito” Espinoza, prolijo para el pase preciso, un Galván, con los años y los galones, bien puestos y un Fernández que ya se hizo grande a punta de traviesas actuaciones descollantes. Esta U de Reynoso, que no genera satisfacción en sus hinchas, se alimenta de su fe y de esa ilusión que cada día tiene nuevas pruebas de lealtad. Si no depende del fútbol que le falta, dependerá entonces exclusivamente de los resultados.

Pero también es cierto que hay que guardar la calma. Esto recién comienza, los partidos de Copa son a veces impredecibles. No basta ganar un partido para sentirse mas grandes o seguros. El rigor de competencia va a demostrar en el camino que tan fuerte se ha consolidado el grupo y cuanto de maduro se ha hecho como equipo. Dejemos que el de pecho crema respire tranquilo, su equipo sigue ratificando su vigencia en el plano internacional, aún es prematuro discernir sobre posibilidades concretas de clasificación. Los partidos hay que jugarlos, no meditarlos, mientras, hay una pausa para la alegría, ya vendrán las pruebas para que esta U de Reynoso, demuestre realmente de que está hecho. Anoche el Monumental lució vacío para un partido de copa, si hay que prenderse de la ilusión, para el hincha crema, por lo menos ya tiene una deuda pendiente en la grada.