Demasiado jovenes para morir

La selección Sub-20 ha perdido ante Ecuador y los peruanos vemos aparecer nuevamente esa niebla que nos viene empañando la visión desde hace tiempo. Pero aun y así, antes de empezar el partido, olvidando sin quererlo o casi sin intentarlo siquiera, cada hincha ha dejado de lado los recuerdos mezquinos y se ha sentado frente a la TV con la esperanza de gritar un triunfo que aminore tanta desazón que le está agujereando la paciencia. Nuevamente, ese corazón Peruano se ha aferrado a esa utopía insensata, que resulta seguir creyendo que la actuación de esta selección juvenil, tiene que ver con algún futuro venturoso que aguarda para nuestro fútbol. Y nuevamente sus ilusiones se han estrellado contra la pared, ya son tantas veces, pero le siguen sobrando ganas de seguir apostando por la confianza.

Debe existir un sentimiento masoquista, dentro de cada pecho blanquirrojo, porque nuevamente nos entusiasmamos, con Zambrano y sus minutos valiosos en la selección adulta, con Manco apuntalado por su periplo europeo y algún rasgo valioso de su pasado mundialista. Por la expectativa de lo que puedan aportar Ismodes, Anderson Cueto y Trujillo, amen de los Sanchez, Corzo, Hernandez, Zela, Saco Vertiz o el mismo Hermoza en los tres maderos, por mencionar nombres, incluso algunos con un mundial a cuestas.

Pero uno empieza a ver el partido contra Ecuador y aquel temor que los entretelones de la desafiliación y las broncas internas, jugarían en contra, se van haciendo reales. No han pasado ni tres minutos y ya nos encajaron el primero, la típica jugada aérea que siempre nos rompe los esquemas y con los defensores pegados al piso como estacas. Viene el segundo y no aparecen las figuras, tampoco se hace evidente un sistema de juego, pereciera mas bien que este puñado de uniformes rojos, han salido en manada a ver que sucede y solo atina a caer en los mismos errores de siempre, en la misma inoperancia y desorden, y en la misma displicencia consagrada, de nuestros jugadores mayores.

Mas allá de otro resultado desfavorable, se nota un aire distinto en esta Sub-20, demasiados jugadores “extranjeros” que han llegado con una disposición prepotente hacia el resto, como si el simple hecho de estar en un club de Europa les diera el derecho para sentirse “consagrados” en el triunfo. Y la razón estaría en la formación infantil que cada uno de ellos ha recibido, chicos que demasiado temprano manejan excesivo dinero, trastocan sus conductas y se hacen muy superficiales, porque nadie los preparó para afrontar este papel y a su edad más que jugadores de fútbol, ni siquiera han madurado como seres humanos.

En el Perú, ningún club se preocupa en darles una calidad formativa a los niños de sus canteras. Los ojos dirigenciales, son como cajas registradoras que solo marcan el signo de dólares y su mayor preocupación es que un chico de condiciones, se pueda formar futbolísticamente para venderlo pronto. El resultado es que ese chico, llega a la adolescencia, mirando su entorno que es peor que el suyo propio, donde el dinero juega un papel principal. Jamás recibió ninguna charla informativa sobre liderazgo, sobre conducta, drogas, sexo o algún curso de redacción u oratoria, menos es aficionado a la lectura. Entonces el vil metal es su mejor vitamina, que vigoriza el más extravagante de sus caprichos, y que solo logran saciar su sed de victoria mediática o en el mejor de los casos, maquilla sus más escondidos temores y angustias.

La noche se ha hecho densa y el sueño me toca el hombro. No sé si esta Sub-20 haga eco de la gitanería futbolera y clasifique mas tarde, tampoco me ilusiona pensarlo. Solo estoy seguro que cada peruano, olvidará un poco su entorno y se sentará frente a la TV para volver a ilusionarse con gritar un triunfo, a sabiendas que puede mutilar sus deseos y después deba volver a golpear la puerta de la esperanza, para susurrarle bajito al oído, que esto recién comienza y que aún tenemos posibilidades de clasificar. Mientras yo, me he quedado dormido, pensando en lo que dijo mi amigo Hernán, que no cambiará la historia, que esto puede ser mas de lo mismo, pero con diferentes protagonistas. Antes de despertar quisiera haberme equivocado.

Al Maestrito con cariño

Lejanos son los días, cuando aquel jovenzuelo de esmirriado físico pero de pegada prodigiosa, hacía sus pininos en el fútbol, primero pisando la cancha de Matute y después allá en la Florida, donde Cristal lo cobijó muy joven. Alguna vez cuando pudimos compartir una charla casual, nos dejó la impresión de ser un chico de una humildad marcada, pero a pesar de su corta edad tenía muy centrados sus objetivos. Al no tener cabida en el plantel principal, decidieron prestarlo al Muni (mi equipo querido) y vaya que le sirvió de trampolín, esa temporada con la casaca edil fue memorable, realmente la rompió, lo que le valió que regrese de titular indiscutible a la tienda rimense y posteriormente ponerse la blanquirroja.

Norberto Solano, el Ñol para los amigos, fue afianzándose con Cristal hasta aquella inolvidable campaña rimense que lo llevó a disputar la Copa Libertadores con Cruzeiro de Brasil. Solano no ganó la copa, pero sus buenas actuaciones le valieron para firmar contrato con el Boca Juniors argentino. Para su buena estrella, estaba en el equipo Diego Maradona, que al margen que daba sus últimos puntillazos en el fútbol y tenía la cabeza mas puesta en la adrenalina del desenfreno, que en jugar para el equipo, era Maradona, el Dios midas que hacía brillar todo lo que tocaba. Ñol tuvo el espaldarazo mundial cuando el D10s lo nombró como un “Maestrito”, apelativo que etiquetó la destreza de su buen pié y técnica depurada, dejando una huella que caló muy hondo en el exigente jugador doce de la “Bombonera”. A pesar que Ñol cruzó el charco y se instaló con éxito en la competitiva liga inglesa, cada vez que pisó Argentina, desde la tribuna bajó el cántico nostálgico de su apellido, que le hace recordar que tiene guardado un lugar, en el corazón de la hinchada boquense.

Hoy Norberto Solano, nuestro entrañable “Ñol”, ha decidido pegar la vuelta y lo hace inteligentemente, como cuando hamaca la cadera y hecha el cuerpo adelante para que su cerebro irradie energía a su botín derecho y le haga una caricia sutil al balón, que solo atina a cerrar los ojos y se deja llevar mansamente por los aires para posarse de manera precisa entre las redecillas del gol. Nuestro Ñol llega con mucha convicción de que le queda poco tiempo en el fútbol activo, pero tiene tanto por enseñar todavía. Llega a la “U” que lo recibe quizás en el epílogo de una carrera brillante, mantenerse mas de 10 años como titular en la Premier Ligue no es cualquier cosa, el “Maestrito” ha calado su nombre y el prodigio de su buena pegada, en los anales de la competitiva liga inglesa y también del fútbol mundial.

Y le hace bien a nuestro fútbol su llegada, es verdad, llega a la U en el inicio de un ciclo estudiantil distinto y ha sido determinante en su retorno, que en el banco esté Juan Reynoso, quien ha sopesado las horas y los días cimentados en la amistad, por encima del interés económico, porque a estas alturas de su carrera el buen Ñol, ya tiene definido su futuro, que hasta se puede pensar irracionalmente, que tranquilamente le alcanza para como pasarse el resto de su vida, tocando la trompeta en el balcón de su casa.

La hinchada crema lo ha recibido con gran expectativa y eso crea interés en el equipo. Ñol será el dueño de la pelota parada y el generador de fútbol, aunque ello pueda poner en duda la convivencia con la figura excluyente que resultaba Donny Neyra, ahora que ya no estaba Candelo y que tenía el camino libre para recuperar el tiempo perdido. De alguna manera, la presencia de Ñol, maltrecha los ímpetus de esté buen, como díscolo jugador. Tarea para el “Cabezón” Reynoso, quien ya puso el parche, argumentando que no le temblará la mano para sentar a Solano, ello mas allá que una prédica vana y bizantina, tendrá que ser un mandamiento de fiel cumplimiento a la hora de la verdad, porque la respuesta de Solano, ha sido que le molestaría mucho ser suplente. Antes de entrar a la cancha, como que hay algunas cosas por resolver en el vestuario crema.

El tiempo será quien dicte la sentencia final, el Ñol ha decidido regresar y esta vez no lo hace de visita, ha venido con todas sus maletas listas y sus ilusiones prendidas como velas de esperanza, ojalá y la mediocridad en la que anda sumido nuestro fútbol no lo terminen por aburrir y decida colgar ese prodigioso botín derecho demasiado pronto. Ojalá que la hinchada lo entienda si no camnina el equipo, porque tremendo currículum que nos ha llenado de orgullo tantas veces, merecen un respetable cariño y consideración. Es lo menos que se merece el “Maestrito”.