COMO NO TE VOY A QUERER


“Como no te voy a querer… Si eres mi país querido, el país bendito que me vio nacer”. Suena el cántico en las gradas con los peruanos que no quieren abandonar el mítico Maracaná y siguen saltando y gritando desaforados. Sus voces lejos de quebrarse por el lamento, se hacen más fuertes y se confunden con sus lágrimas, pero de orgullo, por su selección, por sus jugadores que ven desplomar sus últimas fuerzas en el verde y también por las de todo un país, que unido en una sola fuerza ha vivido esta final histórica de Copa América abrazados a una misma ilusión. La realidad le ha golpeado el pecho con desaire y desahoga su tristeza desgañitando su garganta y su voz pareciera ser más fuerte que los bramidos cariocas que vitorean a sus indiscutidos campeones en este templo del fútbol mundial.

Nada que reprocharte PERÚ. Aunque muchos hayan perdido la esperanza y te ningunearon por no saber entender la fatalidad y lo que significa un accidente en el fútbol. Pero al final comprendimos todos los peruanos el significado de la fuerza de voluntad para romper paradigmas, superar nuestras limitaciones y enfrentar al destino con actitud positiva, ser capaces de convertir un problema en una oportunidad. Pudiste hacer consciente lo inconsciente y fuerte de la cabeza para levantarte desde la adversidad.

Nos llevaste por los caminos de la perplejidad, la encrucijada y el júbilo extremo. De un comienzo impreciso y sinuoso quedaste al filo de la expiración. Te adormeciste en un letargo pero despertaste recuperando la memoria y nos regalaste ramilletes de flores de colores. Uruguay -amigo generoso- y su poderío fue un escollo que superaste con esfuerzo supremo y Chile, el rival eterno, el del clásico de nunca perder, fue la demostración magistral de nuestra identidad, nuestro ADN y la forma más hermosa de gozar un triunfo categórico que tuvo ribetes de epopeya futbolística.

Enfrentaste a un Brasil distinto a su tradición, mucho más pragmático y menos hechicero, ordenado y eficaz, a quien Tite le agregó una dosis extrema de AGRESIVIDAD. Gareca fiel a su convicción, hizo el mismo planteamiento de la debacle. Decidiste enfrentarlo más que reverenciarlo. Duelos personales patrones a definir. Fuiste valiente para disputar las condiciones y llevar el juego al límite. Pero si algo positivo tiene este Brasil son sus variantes de juego. Cambia de lado con propiedad y presiona sobre el trivote rival. Se recoge rápido y siempre se ve bien cubierto. Te destruye por las bandas. Lo controlaste hasta el sablazo inicial que emparejó un penal narcótico y duró como un soplo, hasta la cuchillada destructiva. Lo combatiste con sudor y lágrimas. Lo pujaste y lo tuviste a merced, pero la sapiencia de Tité reordenó todo y la estocada final llegó cuando tus fuerzas daban su último aliento. Allí quedaron regadas nuestras esperanzas, pero muy arriba del cielo quedó retratada tu dignidad.

Miraste a los ojos al gigante sin complejos. Es verdad que impusieron su jerarquía y superioridad en los momentos claves, pero nunca renunciaste a pelear. Esta historia no acaba con este final. Lo más importante es que se ha recuperado la CONFIANZA de hinchas y jugadores. La imagen del pasillo del campeón Brasil a nuestra selección es un RECONOCIMIENTO ante los ojos del mundo. No perder este protagonismo requiere seguir siendo COMPETITIVOS. El fútbol es el gran juego de las emociones, que sobrevienen en acciones y decisiones que derivaran en resultados y por ende sus consecuencias. En ello es factor importante seguir afianzado el COMPROMISO.

Pero cuanta ilusión generaste en todos nosotros PERÚ, y cuán grandioso te miramos, que nos cuesta conformarnos con este segundo lugar. Una señal de inconformidad que cuestiona entender la importancia de este subcampeonato, porque volamos imaginariamente demasiado lejos y aún tenemos nublada la reflexión. Solo nos queda dar las GRACIAS por todos estos momentos vividos y que nos han reconciliado como país y nos ha vuelto a unir en un gran abrazo de gol.

Como no te voy a querer, mi PERÚ querido, si eres el país bendito que me vio nacer.




Una gran VARbaridad


Las cosas que tiene el fútbol. El partido por el tercer puesto de la Copa América, que normalmente nadie le encuentra sentido, que se olvida antes de jugarlo y que en la previa había tenido voces desatentas y una confirmación a una actitud de inapetencia, fue cobrando bríos y asumiendo una actitud beligerante. En el fondo las declaraciones de Vidal, indicando que sería un partido “sin ninguna  importancia” solo era una asolapada forma de esconder sus propios caracteres que están fundidos a su innata pedantería. En el fondo hay una visible animadversión reforzada con las últimas definiciones de Copa América que le dieron títulos a la roja y dejó con demasiado encono en los del Río de la Plata. Un partido de mero trámite que tuvo ribetes de escándalo con la ilógica expulsión de Messi y Medel en un acto desatinado de absurda bravuconada.

Argentina Y Chile salieron con la sangre en el ojo. La albiceleste había quedado fuera de la final en un partido cuestionado ante el anfitrión Brasil y por su parte Chile fue vapuleado por un Perú sorprendente. La rivalidad desnaturalizada se llevó a la cancha y empezó con roces, faltas y empujones fuera de lugar. Poco juego y mucha fricción. Mejor Argentina en una versión moderna  con Paredes de amo y dueño, Dybala y Agüero en sintonía con un Messi más participativo. Chile desacomodado sin esa agresividad conocida, con problemas para ganar la segunda jugada. Messi se aviva en el cobro de una falta que no fue y cede al Kun -el del City- quien se saca al arquero y define con categoría. Después Lo Celso filtra para Dybala y hace la de crack. Excelente control orientado y cuando le quedaba larga, la puntea deliciosamente ante la salida de Arias. Un 2-0 que en 21 minutos era la misma historia de Chile ante Perú que lo hizo perturbar los nervios y encender la "mechita peligrosa".

Era el partido para que Messi  redondee esta etapa de regeneración argentina. Pero le tocó vivir ese instante desafortunado cuando el control de las emociones se va al carajo y las buenas intenciones por el inodoro. Leo no acostumbrado a las trifulcas, -cosa contraria a Medel conocido por su bravuconada y juego al límite- quiso cobrarse una entrada del chileno apenas iniciado el partido. La imagen es de trifulca de colegio. Medel pechando a Messi que sostiene a pie firme, los dos cara a cara y después viene lo inverosímil. El árbitro paraguayo Mario Díaz de Vivar, visiblemente descollado por la circunstancia, decide expulsar a los dos. Difícil de entender la injusta tarjeta roja para Messi. Una amonestación para los dos hubiera evitado tanta controversia. Se empezaba a terminar el partido que ya estaba demasiado caliente y desequilibrado.

A Messi lo tildaban de falta de liderazgo y lo comparaban odiosamente, ahora que asume compromiso, pone el pecho por todos y aunque un poco desenfocado en tono maradoniano, dispara munición gruesa contra la ineptitud de CONMEBOL para reclamar un despojo ante el anfitrión, no acude a recibir la medalla de la vergüenza y le empiezan a caer acusaciones de irresponsabilidad, aparte que a futuro se tendrá que bancar las consecuencias de sus palabras. La aplicación del VAR ha quedado duramente cuestionada. Al ser una herramienta tecnológica para ayudar a los árbitros en sus decisiones, su no utilización genera suspicacias y presunciones válidas si finalmente resulta ineficaz o está amañado con lo deshonesto.

Para Chile este presente le dejó la disyuntiva de evaluar a su “generación dorada” y valoración en su nueva línea de tiempo. Argentina parece haber encontrado la nueva generación desde donde debe iniciar su urgente resurgimiento. Igualmente ha quedado más claro el liderazgo de Messi, siendo más terrenal y argentino que nunca. De este partido lo que más se va a recordar será al árbitro paraguayo Mario Díaz de Vivar y su afán de figuración que le enmarañó el criterio haciendo notorio un partido intrascendente. Finalmente su yerro arbitral se convirtió en una gran  VARbaridad.





PERÚ ALEGRE Y FINALISTA

PORTO ALEGRE ciudad de la alegría peruana, la que hoy se discurre por todo el cuerpo y se destila como nuestro pisco por cada rincón del país. El regocijo de cada corazón peruano que late más acelerado que nunca. El júbilo que estalla como fuegos artificiales y dibuja en el firmamento todas las emociones encendidas. Perú después de 44 años es finalista de una Copa América y como la clasificación al mundial, sentimos hoy que la espera vale la pena porque se disfruta con algarabía contenida. La resaca del triunfazo nos va a durar varios días, quizás toda una vida, porque noches como esta nos dejan con los ánimos inflamados y nuestros sueños en forma de balón tienden a ser más placenteros y celestiales.

Ganarle a Chile tiene un sabor distinto, por todo lo que encierra como clásico y rivalidad que suele traspasar las fronteras del tiempo y del fútbol mismo. Hacerlo de la forma tan contundente y en la instancia que se ha brindado adquiere un valor histórico. Un 3-0 lapidario, en un partido de un Perú dinámico con mucha personalidad, inteligente y solidario, superándose a sí mismo en una actuación redonda e inolvidable. 

Para doblegar a Chile era necesario neutralizar el origen de su juego, cortar muy arriba y desconectar a Vidal, Aranguiz y Pulgar, aislando el vínculo con Alexis y Vargas. Tarea demandante de mucho sacrificio y desgaste físico. Gareca plantea el 4-2-3-1 con variantes de 4-4-2 recogiéndose para presionar en cada sector, ocupar los espacios con relevos oportunos y ser vertical con disposición estratégica para llevar a Chile al desconcierto, convertirlo en la antítesis del equipo compacto y que caiga en un cúmulo de inseguridades. Chile fue asfixiante al inicio de los dos tiempos, pero se pegó un portazo con la eficacia peruana. Siempre que quiso generar, sus intenciones se cayeron como castillo de naipes.

Una noche soñada que empezó bien y se fue haciendo portentosa. Yotun nuevamente siendo el protagonista del juego junto a un Tapia gigante que terminó devorándose hasta el pensamiento de sus rivales. Zambrano en toda la dimensión de un Kayser, firme con carácter y autoridad y un silencioso pero efectivo Abram que es su mejor complemento. Sociedad en las bandas de Advíncula y Trauco con un Carrillo muy voluntarioso y Flores mordaz y efectivo. Cueva sin llegar a ese nivel de desequilibrio, sumado a la tarea del voluntariado y arriba un Paolo Guerrero en toda la plenitud de capitán de barco. Con toda la madurez que le brindan los años y la sapiencia de su kilometraje futbolístico. En subrayado y negrita está Gallese invulnerable, reivindicado y haciendo que cada atajada fuera como un gol celebrado. Mientras Perú fue una fuerza asociada, Chile apeló al brillo de alguna estrella solitaria. 

El primer grito nace de un centro que Carrillo no alcanza a cabecear y se la encuentra el “Orejas” Flores que mete la estocada para abrir el partido. La insistencia chilena genera espacios y de contra Zambrano lanza largo para Carrillo que saca al arquero. El centro de la “culebra” cae en el pecho de Yotun y con precisión de cirujano hace el segundo. En media hora pintaba para debacle chilena y gloria peruana. El mismo “Yoshi” se devora el tercero que hubiera sido lapidario. Pero estaba escrito que Paolo debía escribir su nombre. Tapia redondea la faena y pone una delicia. El “Depredador” se saca el overol y se pone el smoking, con autoridad elimina al arquero para definir al estilo callejero. Un CRACK de élite. En el epilogo Gallese ataja el penal a Vargas en un mensaje subliminal de que no hay nada que cambie cuando la luna decide alumbrar para un solo lado.

El futbol es cambiante como las personas y la vida misma. Perú enderezó el barco que andaba vacilante en su ruta mientras Chile que asomaba como sólido, vio pulverizada sus intenciones. En esta victoria, el factor mental fue muy importante, no se trata de incluir ningún chip de actitud y tampoco alguna sesión matinal de charla motivacional. El factor psicológico ya tiene base cierta desde antes del Mundial, hoy se trabaja en recuperar la capacidad individual, haciendo consciente aquello que el subconsciente genera como un factor limitante. Superarse a sí mismo anexiona el aporte al colectivo y fortifica el compromiso.

El solo hecho de pensar que Perú estará en el mítico Maracaná ante Brasil en la final de la Copa América, estremece las emociones. Una revancha después del papelón solo deja la alternativa de revertir el pasado haciendo un partido inteligente, de seguro con el doble del esfuerzo desplegado pero confiados en haber recuperado la memoria. Dejar los miedos afuera, seguir fortaleciendo la confianza y asumir que para que pueda surgir lo posible, debe intentarse muchas veces aquello que nos parece imposible. Pase lo que pase tenemos contento el corazón y sublime la confianza. Hoy somos un Perú alegre y finalista.

VAMOS PERU!!



UM BELO HORIZONTE

Los clásicos no se juegan, se ganan. Brasil y Argentina en una final adelantada. El Maracaná se vestirá de fiesta este domingo, pero solo repartió dos tarjetas de invitación, una ya la tiene Brasil en su bolsillo. Argentina en su mejor partido de la Copa América, hizo lo correctamente posible pero no le alcanzó para doblegar a un equipo carioca superado por momentos, pero que puso la eficacia como estandarte. Gabriel Jesús en su mejor momento fue vital para su equipo y disputará la final mientras Messi, una vez más se fue con las manos en el rostro, secándose las lágrimas de impotencia, como no queriendo mirar de frente a este eclipse total del corazón argentino.


Duelo de potencias mundiales. Brasil intentando manejar el partido con determinación, orden y equilibrio entre sus líneas, imponiendo la fricción y presión alta en la salida rival para la recuperación inmediata del balón. Casemiro encima de Messi y Arthur con Coutinho dando una mano conociendo a la perfección los movimientos de Leo. Argentina resuelta, intensa en la marca, pasándose de vueltas, ocupando espacios para evitar filtraciones. Scaloni referenció a Evertón y basculó la presión por los costados descuidando el medio. Plantea bien el inicio, pero después Brasil abre la cancha y lo fue llevando a la confusión sin saber dónde cubrir. Soportaba bien los sacudones, pero la “canarinha” con espacios es tremendamente letal.

La diferencia en el marcador se da por la virtud eficaz de Firmino como primer referente de marca de la salida rival y de Gabriel Jesús, transformado por Guardiola en un jugador más completo y no solo un 9 de área. Además de ello la jerarquía de Dani Alves que a los 36 años demuestra velocidad de pensamiento, sabiduría y habilidad innata. Como el vino añejo, más agradable de sabor, más embriagador. El primero, Dani exquisito desparramando rivales habilitando a Firmino y Gabriel Jesús letal. El segundo que liquida a una Argentina corajuda, un arranque de locomotora terrible que devuelve la gracia a Firmino que firma a placer. El futbol se justiprecia en el juego, pero se mide en goles, siempre que se habla de justicia se cae en crueldad con el equipo que hizo merecimientos, pero termina vapuleado por la virtud de la contundencia.

Mientras Brasil tiene la ventaja de validar 4 años forjando su nueva identidad y cuenta un saldo de números positivos, Argentina parece ser una eterna obra de arte, que se empieza a escribir todos los días con muchos borradores estrujados tirados al tacho de basura. Tuvo que batallar demasiado para equiparar las capacidades técnicas individuales de un Brasil más consolidado y que brinda opciones de riesgo por la versatilidad de sus hombres. Tité ya es un profesor forjado y Scaloni el alumno aplicado que desea sorprender al maestro.

El mejor partido de Argentina y el de Messi tantas veces reclamado. Apareció en los momentos cruciales con entrega y actitud. La gente lo quiere ver siempre desparramando rivales y haciendo goles increíbles, caso contrario sus detractores lo descalifican gratuitamente. Pocos entienden el tema táctico y estratégico de una selección que se encuentra en proceso de consolidación. En este torneo cuando no se ha podido, Leo ha priorizado ponerse el overol y ser uno mas para depender todos del equipo y no que el equipo dependa exclusivamente de él. 

No es argumento de justificación el triunfo del “Scratch” por la actuación del árbitro cuestionado por cobros en ambos lados. Pero dos jugadas de penal no se quisieron revisar. Arthur a Otamendi que incluso pudo ser expulsión del brasileño y Alves al Kun Agüero antes del segundo gol de Brasil. En otros partidos por menos, se hicieron consultas a la tecnología. Son detalles que cambian radicalmente la historia de un partido. La aplicación selectiva no es garantía de reducción de injusticias. En esta ocasión al parecer el VAR no fue utilizado, porque estuvo de permiso o salió de juerga y se perdió en un BAR.

Esta selección argentina en la derrota ha encontrado algunas respuestas que de pronto pudieron maquillarse en el júbilo oportunista de los resultados embusteros. Brasil en cambio pudo vencer incluso a los temores mediáticos de la sombra por malos recuerdos de una cancha donde sufrió su peor pesadilla. 

Hoy Brasil ha despertado con el rostro pintado de color esperanza de ganar una Copa América, en su casa, con su gente y en camino a recuperar su hegemonía mundial. Hoy Brasil observa desde la ventana, esperando tranquilo a su rival de la gran final con la seguridad de ver um Belo Horizonte.



EL DÍA DE SAN PEDRO


Excitante, conmovedor y altamente electrizante. Los peruanos hemos vivido en una semana momentos extremadamente opuestos, pasando de la consternación a la algarabía en una cuestión de horas. Perú está en semifinales de la Copa América por la ronda trágica de los penales, una instancia en la cual se anidan nuestros más afligidos recuerdos y frente a un respetable Uruguay más hecho para estos avatares del fútbol. Fueron instantes supremos que nos hicieron sacudir el corazón y elevar nuestra adrenalina al tope cuando Gallese atajó el disparo de Suarez y cuando el “Oreja” Flores le pega al centro y el balón pasa a un centímetro del pie de Muslera desatando un desfogue de emociones. Otra vez los astros alineados y el abrazo del alma de un país reconciliado en el perdón y la indulgencia en el nombre del fútbol.

Después de la debacle del 5-0 el análisis realista lo define como un Brasil perfecto y Perú anómalo e insólito. Los expertos lo reducen como un accidente del fútbol y parte del juego, algo difícil de entender para el común denominador. En el Arena Fonte Nova de Salvador, Perú tenía un desafío para recuperar el amor propio y curar una herida, con la consabida razón que una derrota sería una motivación de demolición mediática  pero también convencido del ofrecimiento para que se haga victoria nuestra gratitud.

Uruguay un rival durísimo al que debía hacerse una contrapresión evitando las posesiones largas y los cambios de frente. Gareca propuso un esquema conservador con un 4-2-3-1 de resistencia donde Zambrano fue el baluarte y Paolo aguantando arriba. Carrillo y Flores de medios externos tomando la salida uruguaya y el arranque de Suarez y Cavani. Asumir los riesgos solo cuando se den las condiciones. Uruguay desde su 4-4-2 mostrando su dominio por la capacidad y categoría de sus hombres. Perú decidido al aguante y resistencia consumada pero con nobleza para no claudicar temprano.

Perú no llegó a inquietar con claridad. Más preocupado en defender para después existir. Uruguay lo tuvo a merced. Primero Suarez adelantado, luego Cavani que se la devora debajo del arco. El Pistolero anota y Sampaio lo anula por Nández detectado en leve ventaja. En el 2T fue lo increíble para Uruguay y oportunísimo para Perú. Otra vez Suarez y un gran gol de Cavani que fueron cobradas por el VAR en posiciones de adelanto detectado en milímetros por la tecnología. Un tema controversial con fallas aún, pero que finalmente cumple con el reparto escrupuloso de justicia. Esta vez nos tocó a nosotros y perjudicó a Uruguay. Sin el VAR otra historia estaríamos contando otro tipo de lágrimas podríamos estar secando.

Mantener el cero costó un Perú. Uruguay tiró toda la artillería al corazón del área donde Zambrano y Abram se batieron con pundonor. Este puede que sea el mejor partido de Trauco y Advíncula, se taparon bien los extremos y se pudo desbordar mejor por el lado izquierdo. Paolo siempre es una preocupación arriba. No se pudo jugar bien y sigue siendo materia pendiente. Cueva y Yotun siguen imprecisos siendo los llamados a ser los más claros. Seguimos siendo predecibles y cuesta hacernos verticales. Seguimos distantes del equipo que nos seducía hace un año.

Las imágenes del júbilo en el vestuario son conmovedoras y dejan escapar alguna lágrima traviesa. Los rostros de satisfacción quebrantan la imagen del llanto desconsolado de Suarez, el goleador de élite que erró en el lugar y momento menos adecuado. El pistolero gastó su bala de plata y asumió su culpa sumido en un desgarrador dolor que hizo conmover hasta los más duros de corazón.

Te negaron más de mil veces Pedro. Te escupieron y vapulearon los mal llamados hinchas que confunden los sentimientos despertados y el mecanismo de expresión para sacar la peor versión del ser humano. La pasión por el fútbol puede convertirse en obsesión y nublar el comportamiento racional. Algunos creen que la selección no es la representación deportiva de su país, sino que es parte de su inversión personal y asumen el derecho de criticar con mordacidad una derrota y a subirse al tren victorioso con total desparpajo. Pero el fútbol es tan generoso que siempre brinda una revancha y un desagravio para quien tuvo un error propio de ser humano, pero también una indulgencia para los recalcitrantes que lo miran con el hígado, viven exiliados de sentimiento y desviados del corazón. Era el día especial para el resarcimiento, era tu día, el día de San Pedro.






LA CORTE DEL REY ARTURO


Lo vuelve a hacer Chile, otra vez en la instancia antipática de los penales que muchas veces no representa lo que se muestra en el verde. La roja sigue su camino en busca del tricampeonato en la Copa América. El conjunto mapochino que salió algún escalón debajo de una contundente Colombia, hizo un partido tácticamente prodigioso. Tiene a la mayoría de la generación que forjó Sampaoli quien estableció un juego con mucha intensidad y de asociación extrema, que así como generaba 5 goles podía recibir 4 a cambio. Hoy Rueda le ha agregado una dosis de pausa a ese vértigo que asumía la roja y trabaja para manejar los tiempos, haciéndose un equipo calculador, estratégicamente correcto y colectivamente muy solidario.

Colombia llegaba como el mejor equipo de la fase de grupos, estadísticamente correcto, con su valla invicta y un juego asociado con automatismos que le permiten neutralizar y ser muy contundente arriba desde la creatividad de James y la explosión de Martínez y Zapata, que tranquilamente le otorgaban a Radamel Falcao el papel de suplente de lujo. Chile pasó la etapa sin ser contundente pero vislumbraba la seguridad de su propuesta ceñida al orden defensivo y la dinámica de su medio campo que para su orgullo propio, es uno de los mejores de esta Copa América. Aranguiz, Pulgar y Vidal superaron al tridente de Cuadrado, Barrios y Uribe, aislando a James por los extremos y un excelente trabajo de bloqueo de los laterales cafeteros.


Al margen del lienzo que posee en su cuerpo con sus innumerables tatuajes y su peculiar corte de cabello de guerrero mohicano, Arturo Vidal tiene una personalidad a prueba de balas. Tiene una relación de amor y odio con la gente. Pueden acusarlo de cualquier aspaviento y de su ególatra actitud para considerarse el mejor en su puesto, pero cuando se mete al verde, solo queda espacio para la admiración. Su falta de velocidad la suple con su perfecta ubicación para siempre estar en el lugar justo y la exquisitez técnica por su instinto natural para la recuperación y la descarga justa además del carácter y actitud para pisar el área rival. Es uno de los mejores asistidores del mundo y para Chile su mejor referente. Al “Rey” Arturo dámelo siempre.

En esta Copa América los ojos están puesto en Messi, James, Everton, Suarez o Cavani, pero si hay un jugador que lejos merece algún reconocimiento especial es Charles Aranguiz. Un técnico vestido de jugador, con una lectura especial del juego, un tiempista que sabe cuándo ser agresivo en la recuperación, cuando guardar la calma y en qué momento tomar los riesgos que exige una jugada. Siempre bien perfilado y anticipando el pensamiento ajeno, movimientos exactos para dirigir, distribuir que no se ruboriza si debe barrerse abajo para cortar una jugada. Jugador completo y parte de esa camada chilena que ya va llegando a la treintena de años, llenos de experiencia y calidad infinita.

Colombia que se mostró compacto y contundente, tuvo que claudicar resignado a los chispazos de James y someterse a un Chile que jugó mejor, triangulando con el balón al piso y los frecuentes cambios de frente. Un partido de alto voltaje digno de una Copa América por su intensidad. El VAR inesperado protagonista le quitó dos goles a la roja y el 0-0 llevó a las instancias que los chilenos conocen con gloria incluida.

Chile nuevamente el de tiro perfecto desde los 12 pasos. Colombia fue eficaz hasta el último penal en que Zapata deja su lugar a Tesillo. El disparo del zaguero del León mexicano se fue afuera. Alexis Sánchez con una gran sonrisa de confianza ejecutó con tranquilidad y compro el pase de la roja a semifinales. Esta vez el café colombiano no pudo saborearse con gusto, esta vez le tocó un Tesillo muy amargo y sucumbir ante la corte del Rey Arturo.



ASADO Y VINO TINTO


Argentina está en semifinales y lo ha logrado desde el vestuario, con una predisposición a logar que la solidaridad prevalezca por encima de la figuración. No fue fácil Venezuela –hace un rato que no lo es- porque cada vez se siente más atrevido y seguro de su capacidad colectiva. Ha tenido que poner mucha determinación el equipo de Sacaloni, demasiado sudor y temperamento, pierna fuerte, aunque con poco fútbol. Fue un partido con un Messi más terrenal dando pie para que prevalezca lo colectivo. Se le hace difícil a Leo jugar como sabe, siempre encuentra poblado su camino y no trasciende, pero siempre es una preocupación que libera otros espacios. Lo que para sus oportunistas detractores puede sonar a decepción, para los jóvenes que hoy forman la nueva albiceleste, es una razón especial para que desarrollen su capacidad por la generación de un natural estado de necesidad.

Juntar al Kun con Lautaro ha sido un respiro para Scaloni. El 9 le ofrece frescura y arremetida, siempre va adelante y por ahí tira un lujo delicioso como el primer gol de taco que abrió el marcador. Hasta antes de Paredes, la figura de Mascherano era insustituible y los rezos para que el tiempo se detenga eran masivos. Leandro Paredes está logrando cada día que el “masche” sea un lindo recuerdo y se va consolidando como titular inamovible. Anticipa exacto y corta el juego con una gran lectura. Lo Celso brinda más opciones de creación y el aporte de Foyth ha sido una grata realidad como De Paul y Acuña cuando les toca estar. Son los nombres de una nueva propuesta que empieza a priorizar el colectivo pero sin obviar que los históricos aparezcan en su momento oportuno, pero sin que deba ser la única expectativa que genere la ilusión.

Venezuela se ha ido de la Copa América pero ha dejado su tarjeta de presentación. Las eliminatorias serán su prueba de graduación y no sorprendería que luche una plaza con cualquier selección. Cada vez sorprende menos esa posibilidad. Dudamel fijó su idea de juego en la posesión del balón para garantizar opciones y neutralizar a un equipo argentino que había sido intermitente. No pensó encontrar un equipo con bandera independiente, sin preocuparse de rodear a Messi y más bien sumándolo al colectivo para dar una mano. Se vio a un equipo argentino comprometido, enérgico, resuelto y hasta luchador. Hizo un partido jugando más con la cabeza que el corazón, inteligente y estratégicamente lo asumió como un real partido de copa.

El Maracaná no pudo ver a Messi en su esplendor y el propio Leo lo reconoce no estar haciendo una buena Copa América. Todos esperan que ante Brasil sea la gran oportunidad. Argentina está en formación e independientemente de cómo le vaya, de aquí en adelante parece haber encontrado el camino y los hombres adecuados para el resurgimiento. Este pase a semifinales revierte momentáneamente la baja actuación que ha tenido la albiceleste., pero no ha sido por un incógnito Messi, tampoco por un Agüero opuesto al que complace al Pep cada semana en el City, por un intermitente Otamendi y mucho menos por un Di María más cerca de ser un “fideo” light. Se puede decir que se va cerrando un ciclo y la base que sustenta el recambio está en los nuevos nombres, a quienes les faltaba ese cachito de seguridad para brindar lo suyo y no depender de lo ajeno.

Se viene el clásico del Atlántico y un choque de poderes en una final adelantada, con un Brasil que por momentos es fulgurante y contundente versus una Argentina que va enderezando su camino. El fútbol en estas instancias tiende a ser demasiado voluble en su predicción, se juega más al límite y las propuestas son extremadamente tácticas. Brasil resulta un par de escalones arriba, pero los partidos hay que jugarlos. Argentina deja de lado su Messi dependencia y propone ser un equipo sólido antes que un grupo de amigos condescendientes.



EN EL NOMBRE DE JESÚS

Bendito Futbol, tú que nos regalas estos partidos tan vibrantes, intensos, con las revoluciones a mil con un epílogo digno de película de terror. El poderío de un Brasil que contra Perú hizo un partido perfecto, sin fallas ni fisuras y con eficacia al 100% versus un Paraguay digno, con toda su raza y estigma guaraní, con esos huevos de siempre que lo hacen respetable así se presente a luchar descalzo, tan solo con una lanza y un pañuelo amarrado en la cabeza. 

Lo de Paraguay es digno de un estudio científico y tema para los amantes de las estadísticas que priorizan los datos por sobre los rendimientos. En todas las Copas América que se han jugado, los guaraníes solo han ganado un solo partido de los 20 disputados. Sin embargo, en todo ese trayecto han disputado 2 semifinales y una final, nada menos. Ahora pasaron a cuartos con solo dos puntos, teniendo que desempacar las maletas de retorno y prácticamente se metieron por la ventana.  Y estuvieron a punto de generar otra debacle. Los torcedores brasileños vieron al fantasma del mundial 2014 pasearse por el estadio Arena do Gremio y desaparecer por entre las gradas silbando bajito.

Es natural dejarse llevar por el último partido. En teoría un equipo que mete 5 goles debería repetir el plato o al menos ganar con la misma contundencia. Pero cada partido es totalmente distinto, otra historia, otros actores, otro capítulo. El futbol es como la vida misma, donde la convicción resulta fundamental para lograr objetivos y en ello están incluidos los errores. Paraguay en los 90 fue una muralla inexpugnable sin fisuras defensivas, Brasil hizo lo técnicamente correcto, pero lo forzadamente imperfecto. Un Paraguay eficiente y un Brasil ineficaz hicieron un partido de un solo lado, jugado al límite y con rasgos de heroísmo.

Este Paraguay es un equipo en construcción. La llegada del “Toto” Berizzo -Un Bielsista consumado- ha sido oportuna. El DT y su perfil bajo esconden a un guerrero y sobreviviente que ha desafiado pruebas dificultosas. Enfrentó con valentía una lucha al cáncer de próstata y le ganó el partido. Su personalidad calza con el espíritu guaraní que tiene impregnado el espíritu batallador y defender en el fútbol está en su ADN. En este poco tiempo Berizzo ha logrado un sistema defensivo compacto y agresivo, pero la materia pendiente está cuando debe hacerse vertical y pasar al ataque sin perder el orden. Por ello hizo partidos memorables ante Argentina y Brasil, pero no fue igual contra Qatar y Colombia donde buscó ser protagonista.

Un partido con mucho ritmo e intensidad física genera desgaste y difícilmente puede sostenerse, menos ante Brasil, que tiene muchas variantes ofensivas y hoy cuenta con un jugador tan desequilibrante como Everton que rompe líneas desde la individualidad. Paraguay puso los pies bien puestos a tierra y sabedor que era complicado ganarlo, lo fue llevando hacia su conveniencia, ayudado también por la fortuna. Fernandez sacó dos goles cantados, el palo le dijo no a una jugada superlativa de William. Everton, Coutinho y De Jesús se la devoraron en la puerta. El balón regresaba a campo guaraní pero el reloj bajó a la cancha para ser la pulga en la oreja del equipo de Tité. 

La encrucijada de la definición por penales pone a prueba el temple para soportar el nerviosismo que recorre el cuerpo y hace temblar las piernas. El tiro de los doce pasos es una dosis de sufrimiento adicional que acelera a mil las pulsaciones en cada ejecución. El capitán Gustavo Gomez el emblema guaraní y Derlis González la joya paraguaya, erraron sus disparos. Firmino en Brasil pagó caro su afrenta a la cara de desprecio ante Perú. La última oportunidad quedó en los pies de Gabriel Jesús, que definió con mucha categoría y logró que la “Canarinha” deje en el camino a un corajudo conjunto Paraguayo que no pudo repetir la historia del 2011 y 2015.

Brasil ya está en semifinales y deberá disputar su acceso a la final en el estadio Mineirao, de Belo Horizonte, el mismo lugar y la misma instancia del Mundial 2014 donde fue humillada por 7-1 ante Alemania. El fútbol es generoso, pero a veces y solo a veces tiende a ser también travieso con la historia. Desde aquella vez Brasil viene curando una herida y ganar esta Copa América sería el bálsamo perfecto. La torcida brasileña tiene confianza en el equipo de Tité, pero para que ese recuerdo nefasto no se traiga al presente renuevan su fe, en el nombre de (Gabriel) Jesus.




RECUPERACIÓN MENTAL


Ganar era una posibilidad vinculada a la ilusión y a un deseo mental como la fantasía de llevarnos la Copa América. Empatar era una posibilidad real, perder también, pero jamás de esta manera, tan indecorosa y dolorosa que nos ha caído como una estocada en el orgullo. Cada uno de los cinco goles han sido puñaladas que nos fueron rasgando el alma sumiéndonos en una lenta agonía, hasta matarnos de dolor en una tarde fatídica. 

Es difícil encontrar explicaciones válidas cuando el resultado lapidario es una bofetada al mea culpa que asume Gareca como responsable directo. El planteo inicial táctico de un repetido 4-2-3-1 con Paolo de 9 y Farfán como 2da punta, buscó la presión alta y distraer la generacion de juego de Brasil que coaccionado por su gente buscó ser vertical con Firmino de 9, Gabriel Jesús y el veloz Everton.

El fútbol genera circunstancias que inducen al error involuntario. Nadie sale a perder menos a buscar la desgracia. Ante Brasil se puede someter la superioridad pero no cometer errores garrafales. Es como meterse a la jaula del León, se te cierra la puerta y te das cuenta que te olvidaste las llaves afuera. 

El inicio con dinámica solo duró 10 minutos. Error de posición genera la ventaja brasileña de balón parado. Cuando la mente empezaba a ponerse en alerta, llega la fatalidad vestida de groseria para Gallese, que sólo lo pueden entender los que alguna vez se pararon bajo los tres maderos. Exceso de confianza, negligencia o simple pánico escénico, vaya uno a saber. En menos de media hora remontar 3 goles ante Brasil ya es una acción titánica y tremendamente arriesgada.

El resto sólo es consecuencia de lo que generó la tormenta, dolor, desolacion y daños colaterales. Nadie se acordará del penal atajado por Gallese, porque nos ubicamos más en el efecto pero no en la causa. Es más fácil tirar leña al fuego sin ningún tipo de remordimiento. Hoy piden la cabeza de Gareca los mismos que lo enaltecieron y pusieron en el atril de nuevo redentor del fútbol peruano.

Duele mucho este papelón, nos remueve las tripas por la humillación. Pero antes de tirar la puerta pisemos suelo firme. Suponemos tener un gran equipo por los jugadores que tenemos y el ir a Rusia nos cascabeleo la memoria, pues no fue un factor de superioridad sino de causalidad. Esfuerzo si, pero tambien se alinearon los astros. A varios les ha pasado factura su actual momento y a Gareca le cuesta dejar de ser paternalista, prefiere apostar por seguir en su zona de confort. 

Quizás sea la hora de la toma de decisiones, pero tiene que ver con una voluntad de cambio. Lo radical y extremista sólo ocasiona fisuras y desgaste de tipo emocional. Gareca es el que sabe mejor que nadie lo que debe hacer. A los hinchas sólo nos toca renovar la confianza y hacer que este golpazo nos haga más fuertes. La fuerza de recuperación mental está en hacer consciente lo inconsciente. 
VAMOS PERÚ!!



EN ESTADO ARMANI

“Sabemos que no llegamos en el mejor momento… la Selección está atravesando un proceso de recambio y no somos candidatos” palabras de Messi antes de empezar la Copa América, En ese momento parecía que solo intentaba bajarle los decibeles a la presión que siempre ejerce el pueblo argentino a su selección. Quizás porque esos 26 años de sequía han logrado un grado de coerción mediática primero en sus dirigentes que no pueden sostener una idea de proceso de largo plazo y también en los jugadores y los técnicos que han pasado rasgando prestigios y nombres propios.

Y las palabras de Messi tienen concordancia con lo que tiene claro Menotti, el Director de Selecciones Nacionales, que asegura que Argentina debe priorizar la idea de juego para sacarse el estigma de tantos años sin títulos, pues esa exigencia los obliga a pensar en ganar antes que en jugar. "La Selección es un equipo en construcción. El objetivo es armar un equipo para competir en las eliminatorias del Mundial de Qatar. Y hay que ser más prudentes, si nos creemos que por tener a Messi somos candidatos, sería un error".

Esta coincidencia tiene un común denominador, el raciocinio, algo que no es virtud de la mayoría de los argentinos que exigen resultados inmediatos y demandan el respeto a un prestigio ganado con la última copa mundial con su tótem Maradona. Todo cambio generacional debe darse de forma gradual, es un proceso estructurado, hacerlo de forma radical, para acallar bocas, solo engendra improvisación destinado al fracaso inmediato. Hoy está Scaloni como DT que viene a ser el médico recién recibido que debe hacer funciones de gerente de la Clínica de las Angustias. Jugadores super valorados que no dan la talla y siempre colocando a Messi como el chivo expiatorio ante su pueblo oprimido por tanto intento y poca realización.

Colombia había dado el cachetazo de realidad y Paraguay era la prueba de fuego. Fuera el Kun y el Fideo, Scaloni pautea a De Paul, Lo Celso, Paredes, y Lautaro Martínez como entorno para encontrar el mejor juego de Messi. Más allá que se esmera a cuentagotas, que tire un clavel y le devuelvan una tuna, para Leo la selección no es un hábitat placentero, pareciera jugar al destajo, camina y solo explota cuando su radar se lo ordena. Siempre rodeado de rivales no encuentra los socios que dibujen un rombo como se acostumbró a hacerlo fuera de ese país que defiende y que no le recompensa nada.

Paraguay sin ser un equipazo, hizo el partido a su modo. Berizzo argentino y ahora su DT se jacta de ello: "Cerramos caminos, la posición de Messi, no dejamos que corra y lo neutralizamos, interpretamos bien cómo rodearlo, y a sus compañeros no les dejamos armar”. Hizo parecer a Argentina un equipo de novatos con un jugador invitado que quería abandonar la fiesta. Y Argentina se va acostumbrando a la angustia. Almirón hace una corrida memorable con Casco y Paredes de pajes, saca de la raya una puñalada que se clava en la yugular. Caras de susto, miedo y tinieblas. Armani hace un cagazo que merecía la roja como para sepultar el cadáver. Poco y nada por remontar. Paraguay bailando la canción de moda y Argentina sufriendo con una botella de Fernet.

Esta vez le toco a la Argentina. El dichoso VAR, cambió un corner en penal, la tecnología se puso la albiceleste y dejó q Messi ajuste la emoción. El vuelto tuvo a Otamendi en otra negligencia. Penal paraguayo que Derliz lo perdió cuando Armani le abrió los ojos y lo hechizó, pasando de villano a héroe del partido. El empate final no deja mucho para el análisis del juego, si para lo que le toca al equipo gaucho. Debe enfrentarse a Qatar, que como anda el equipo de Scaloni, no sorprendería si lo supera con todo el prestigio que dicen defender y aliados con el mejor jugador del mundo.

De alguna manera hay que entender que este nuevo equipo argentino está cimentando sus bases, debe tener más kilometraje para su ensamble y lograr una idea de juego sin depender de lo que Messi haga o deje de hacer. Va a requerir el compromiso y protagonismo de sus nuevos nombres para revertir este presente. Por ahora es un equipo que se encuentra en estado Armani.



FLORES DE BARRIO


La pandilla va en busca de su mejor exponente. Apuran el paso, se van pasando el balón, cruzan la calle y después de sacarle la vuelta a dos semáforos llegan a la casa. El más robusto lanza el grito: “Edisoooonnn…” y todos le hacen el corillo. El chico con cara de buenito saca la mano asintiendo que ya baja sin mediar palabra. Los chicos bajan a la vieja canchita de cemento, cuyos arcos de metal lucen oxidados por efectos del tiempo y la desidia. Es el lugar donde Edison a quien le dicen “orejas” ha desplegado su alegría, corriendo por los cerros de Collique y aprendiendo a valorar el amor por el fútbol en compañía de sus amigos entrañables.


Hoy figura de nuestra selección, Edison Flores, el engreído de Gareca estaba incómodo en la banca. Pero el fútbol es generoso y te da revanchas. Le tocó entrar en un momento en que Perú requería cerrar el partido contra Bolivia. Farfán aprovecha una contra imponiendo el músculo y habilita a Flores que pica como una tromba, en ese instante entra en un “Deja Vu” recordando sus días de travesuras en su Collique querido. Mete un freno espectacular que hace pasar dos defensas y saca al arquero de su lugar. Se perfila para su zurda, la pisa, la enseña pero no la suelta, amaga con lisura soltando un globito delicioso y el balón casi sonriendo besa la red haciendo explotar a un país entero. Un gol de esquina, de barrio y de palomilla callejero.

Bolivia no es igual que Venezuela, pero tiene una forma de jugar que siempre nos ha complicado más de la cuenta. Chumacero su mejor valor recarga su juego por izquierda y es quien mejor habilita a Martins. Por ello Gareca puso alguien con mejor lectura táctica. Polo por Gonzales variando de un 4-3-1-2 a un 4-2-3-1 que al principio no encontraba precisión para la profundidad, había dominio territorial pero sin imaginación. Se presionaba muy arriba asumiendo el riesgo que en el retroceso quedemos descompensados. Se neutralizaba pero se dejaba de jugar. La fatalidad nos toca la puerta temprano con un penal otorgado por el VAR. Lo más adecuado era empatarlo y mucho mejor que termine el primer tiempo.

Paolo tantas veces Paolo. Siempre determinante en situaciones claves. Cueva que aún no hace un partido redondo le puso el pase perfecto y en su arremetida Guerrero pareció recordar que en ese mismo Maracaná, el Rey Pelé hizo sus mejores goles. Hace una jugada de super crack, a velocidad supera la defensa y se la toca sutilmente a Lampe para abrirse un poco y pasar por detrás definiendo como los dioses. Era el empate que ayudaba a recuperar la confianza y avizorar un futuro incierto cuando ya no tengamos con nosotros a nuestro Paolo Guerrero. El puto amo del gol.
   
Si siempre reclamamos la falta de jerarquía hoy Paolo y la “Foquita” firmaron el acuerdo de hacer felices a todos. En el 2T fue muy distinto Perú, pudo ser más claro en los ataques, su paciencia no se hizo pasividad. Variantes de juego donde Guerrero y Farfán fueron determinantes. Impusieron su categoría haciendo que lo individual sume al colectivo donde seguimos en deuda. Paolo desde la izquierda le pone un centro al “10 de la calle” y como en el  Lokomotiv ruso conecta un cabezazo inatajable para el 2-1. Una actuación destacada de este par que cada día imaginariamente queremos inyectarles 20 años más de vigencia. Otro valor importante hoy fue Tapia y su capacidad para devorarse la cancha imponiendo toda su personalidad y contagiando al resto.

Aunque esta Bolivia haya sido muy distinta a la del 1T ante Brasil y tenga muchas limitaciones, es virtud de Gareca las prioridades que decide. Este triunfo reconforta en al ánimo, pero tampoco debe esconder la basurita debajo de la alfombra. Nos falta recuperar ese “punch” que nos hacía pensar que podíamos competir de igual contra cualquiera. Es cuestión de seguir confiando que el equipo va a crecer, necesita esa evolución. Brasil puede que sea local y la bestia de siempre, pero el fútbol ha cambiado tanto que ya no resulta loco pensar solo en no perder, se puede lograr algo mas, porque no?

El epílogo de este triunfo está en el rostro del “oreja” Flores celebrando ese tercer gol, que lo gritó con el alma, con la rabia contenida por sentirse importante y por todo lo que se le reprochó por el gol fallado ante Venezuela. Como decía el gran Daniel Peredo:“Paren las orejas, cuando aparece Flores, pasan cosas”.




ORGULLO URUGUAYO


Fue por el 2009 en un viaje a Montevideo Uruguay, conociendo el mítico Estadio Centenario, después de dar un paseo por el Museo del Fútbol y mirar tantas imágenes de la historia uruguaya de todos los tiempos que, tuve una charla amena con Ariel, un tipazo bárbaro que trabajaba en el local y que hacía las veces de un instruido guía que contaba detalles adicionales que no se conocen mucho sobre el estadio, el Museo y la historia misma de ese país.

- ¿Cómo es posible que, siendo un país tan pequeño, tengan tanta historia de triunfos a nivel mundial? Le pregunté intrigado y en medio de la charla, después que me había nombrado varios jugadores y equipos peruanos que conocía de memoria y que pudo ver jugar en el propio Centenario.

-Yyyyy, la respuesta tiene tres partes ¿vio? Al menos es como sho lo siento -Me respondió abriendo los ojos y tomándose los bigotes con sus dedos

-Pero estimo que debe existir una razón muy concreta para que ello suceda- Expresé con curiosidad. Ariel me miró fijamente y mostrándome su mano levantó el pulgar.

-Primero tiene que ver la genética, al ser un país chico venimos de una estirpe muy competitiva y triunfadora en el fútbol, eso se ha dado por generaciones.
Segundo -levantando su dedo índice- la Cultura, acá se nace pateando una pelota, los nenes juegan fútbol todos los días, mas donde hay pobreza y no existe otras distracciones, los padres muchas veces prefieren que los pibes jueguen al futbol antes que ir a la escuela. El fútbol lo es todo y todos viven en torno al fútbol.
Finalmente, la pasión amigo -Me dijo tomándose el dedo mayor con la otra mano y mirando al infinito- sin pasión no seriamos lo que somos y a ello le sumamos que hay muchas categorías en los nenes y uno puede ver en el finde a miles de chicos jugando, moviendo a familias enteras, son dos mil partidos por semana… Imaginesé, casi medio millón de personas involucradas, ¿de la nada tampoco es eh?... Me miraba sin dejar de sonreir.

Cuando salí de allí, me quedé pensando y analizando las imágenes del Museo. Al año siguiente Uruguay perdió contra Alemania el tercer puesto del Mundial de Sudáfrica 2010, llegando más lejos que Argentina y Brasil. Cuando el “loco” Abreu declaró con mucha bronca "Es nuestra forma de ser y cómo somos como grupo" las palabras de Ariel cobraron sentido. Uruguay siempre es protagonista de cualquier torneo de selecciones y candidato al título, no importa como llegue ni como juegue, siempre tiene ese particular plus adherido a su ADN futbolístico que le garantiza pelear en lo más alto con mucha convicción. Tiene los hombres adecuados que se renuevan para emprender cualquier pelea y en distinto entorno de dificultad.

En esta Copa América 2019, Uruguay en el debut arrasó a Ecuador, lo maniató y zarandeó ayudado por una justa expulsión para jugar con un hombre demás gran parte del partido, pero no es justificación. El equipo del Maestro Tabárez, hizo parecer a Ecuador insignificante, nunca aflojó en ninguna parte del partido, incluso cuando iba 4-0 en el marcador mantuvo siempre el hambre de buscar la red contraria con potencia, verticalidad y ráfagas de buen fútbol.

Uruguay hoy posee alternativas en banca para distinta necesidad, Torreira, Stuani, Valverde, De Arrascueta, Pereiro y la inclusión de Nico Lodeiro para ser la alternativa perfecta de Suarez y Cavani en sus paredes de 30 mts. Atrás Godín va educando a un joven Gimenez para suplirlo en el futuro y Nandez que es la mejor expresión de la raza y temperamento uruguayo. Esto recién comienza, pero el conjunto charrúa ya dio muestras de su protagonismo consumado. Una goleada contundente que Tabárez lo apacigua con una cubeta de humildad “El dulce es bueno pero estropea los dientes”.

Recordaba las reflexiones de Ariel cuando nos despedimos en la puerta del viejo Centenario y su frase final que lo dijo con mucho orgullo y que le dan crédito a lo que uno puede admirar cada vez que la celeste salta al gramado: “Los uruguayos nacemos gritando gol y respiramos fútbol, es nuestra razón de ser, de vivir y sobrevivir”



UN CAFÉ BIEN AMARGO


Un debut amargo para Argentina, tan amargo como el mate y contrario al sabroso café colombiano. Si se mira desde el resultado el 2-0 hace presumir una superioridad en el verde que no fue tan marcado. Colombia es hoy por hoy no un equipo solamente, es un plantel con jugadores de nivel competitivo y que ya mostró sus credenciales de candidato. Argentina en cambio, presenta un equipo renovado, nuevos nombres y el debut de un DT joven y que aún no da visos de ser el realmente idóneo para dirigir a una selección con un entorno tan complejo.

Para Argentina tener a Messi le brinda una categoría especial, pero ello le resulta más para los rivales que para su propia gente y aquellos que viven en una eterna comparación esperando cualquier traspiés para soltar toda su antipatía encubierta. Es cierto que Leo en su selección no logra los picos de rendimiento que en el Barcelona, pero no es el único. Agüero es un 9 brillante en el City y referente de Guardiola, pero tampoco da la talla en este equipo, donde le cuesta asociarse y generar el desequilibrio. Di Maria figura del PSG, flojísimo y pasa desapercibido. Otamendi no es el central de lujo que se requiere al fondo y los recién llegados les va a costar suplir a los nombres en función y rendimiento. Pero siempre será Leo el que reciba los palos.

Colombia ha hecho un cambio estructural en su juego, tiene que ver con la idea de Queiroz, que basado en su potencia muscular imprime precisión, orden e intensidad para jugar, coordinación para presionar enérgicamente y solidez defensiva para avanzar con su 4-3-3 clásico y colectivamente hoy posee mejores jugadores que Argentina. Es un plantel que no tiene suplentes, pues cualquiera que ingresa lo hace mejor que el anterior. La albiceleste en cambio postula un 4-4-2 desprolijo que le cuesta lograr que sus piezas logren el engranaje en la elaboración, se hace demasiado dubitativo y previsible. Entonces las miradas van para Messi, que sin espacios y con tres hombres que le hacen la marca zonal y con relevos, lo desconectan, no encuentra la sociedad, se aísla y se hace más terrenal. La magia no aparece y el rival se devora la imaginación ajena. Leo tiene una forma de jugar, ha crecido en un entorno netamente europeo, donde las licencias y respeto a la integridad es otra. Cuadrado pudo irse antes por una falta a Leo y quizás la historia cambiaba, pero en Sudamérica le cuesta a cualquier figura estelar ser el mismo de siempre.

Tampoco se puede lapidar a Argentina por un partido. Un resultado que se define en el tramo final, en su mejor momento y cuando más cerca estaba de imponer condiciones en el arco de Ospina. James hace un cambió de frente con precisión y Roger Martínez impone el músculo para la diagonal y suelta un bombazo que se clavó como daga filuda en la confianza gaucha que hasta allí, latía con ganas para irse con un mejor resultado. A sufrir cuesta arriba y cuando trataba de esfumar los fantasmas Colombia le dio el cachetazo de realidad, con la triangulación de Lerma, Martinez y la “bestia” Zapata que culminó una contra infernal para terminar de pisotear el orgullo argentino.

Argentina muestra ser un equipo en formación que le va a llevar tiempo consolidar. Colombia en cambio ya tiene una identidad de juego, su individualidad está marcada y tiene un respaldo colectivo que muestra un equipo sólido, muy fuerte atrás y con un trivote con mucha dinámica. Barrios y Cuadrado repercuten más que Rodríguez y Paredes. Martínez y Zapata en eficacia pesan mucho más que Lo Celso y el “Kun” y James insertado en el colectivo trasciende más que el propio Messi. En una valoración objetiva un mejor plantel siempre termina doblegando a un equipo que basa su poderío en un solo jugador.

Colombia le sirvió a Argentina un café amargo y de paso una exposición vivencial de lo que es un equipo que tiene chapa de campeón. Pero el fútbol es generoso y también de momentos, por eso esperemos tranquilos y sigamos disfrutándolo que esto recién empieza.