Y la fiesta ha empezado en
Rusia, el mundial de futbol 2018 ha levantado el telón, para albergar la
muchedumbre privilegiada y la atención de todo el planeta futbolero. Una
ceremonia espectacular ha dado paso al puntapié inicial. El anfitrión Rusia
ante Arabia Saudita, con un resultado de satisfacción desbordada. Un 5-0 que ha
hecho olvidar la precariedad futbolística rusa, pero también ha ratificado que
Arabia es del grupo de selecciones que solo participan, les queda ancho el
papel de competición.
La selección rusa tuvo un
debut ideal en el Grupo A del Mundial, pero el marcador suele ser engañoso, no
necesariamente es una muestra de superioridad. Hay factores que suelen darse,
mucho más con equipos que han llegado al mundial trastabillando en rendimiento
y en resultados. Rusia cerró el partido con todos los goles que de pronto pensó
hacer en toda la fase de grupos.
Yury Gazinsky con un testarazo
impresionante ha grabado su nombre como
el primer gol de la Copa del Mundo 2018.
En el juego inaugural no hay mucho para analizar, mas allá del marco festivo
que se ha vivido en la apertura de otro mundial, donde los amantes del fútbol,
ponen a prueba el corazón y logran complacer esa ansiedad tan extraña, tan
divergente que produce la espera del silbato inicial. Una pasión desbocada que
combina júbilos y contraposiciones, que paraliza el globo terráqueo en cada 90
minutos, que pueden ser 93 o 120 pero
igual logra traspasar fronteras y compartir emociones, en el mismo lugar o a
miles de kilómetros de distancia, pero unidos en un mismo sentimiento.
El mundial de futbol ha
comenzado, empecemos a disfrutarlo.
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