Brasil "Pelado"

Las cosas que tiene el fútbol y que se han dado de manera contundente en esta Copa América. Las llamadas diferencias de las selecciones favoritas han quedado lejanas de la realidad y la lógica ha pasado a ser una suerte de artimaña a la suspicacia. Si se analizan los partidos desde la tribuna, con el corazón y la vincha del hincha apasionado, de seguro no se tendrá una perspectiva coherente, para tomar en cuenta –por ejemplo- que la mayoría de jugadores que juegan en Europa, no han tenido descanso y han llegado en un estado físico casi al tope de su capacidad efectiva, sintiendo el rigor competitivo y con más ganas de entrar a un periodo regenerativo. En Europa se corre y se juega más, en América hoy se juega menos, porque se presiona y se pega muchísimo más. Los talentosos lo han sentido en carne propia y en hueso también.
 
Paraguay no es un equipo que haya estado en el bolo de poder subir alguna instancia. Si en el primer tiempo de aquel debut frente a la Argentina de Messi que fue un vendaval, hubiera encajado una goleada predecible, de seguro estaría de vuelta en casa. Pero si algo han mostrado los equipos con poco cartel, es que se han repuesto a la adversidad, sino con futbol, con mucha valentía y con un coraje a prueba de infortunios. Este grupo de paraguas se superaron a sí mismos primero, olvidando sus limitaciones para levantarse contra Argentina y ponerlo en jaque, mancharle la camiseta a Uruguay y sacarle la lengua irrespetuosamente. Esta vez con el monstruo adormitado, mirándolo al frente y no sentir aquel temor que inspiraba antaño, de solo pronunciar los nombres de sus grandes jugadores, salió a jugarle apretando los dientes, con garra, pundonor y sobre todo con mucho entusiasmo. Brasil, sin Neymar, es un equipo sin alegría, una bestia negra que camina contrariada, buscando donde descansar su aburrimiento. Aquellas jornadas del “jogo bonito” y la jerarquía de sus integrantes, es una plegaria a los buenos tiempos.
 
Y es que los DT que últimamente han estado al frente, han querido hacer de Brasil un equipo resultadista, romperle sus esquemas, su origen y su naturaleza, que a pesar de haber tenido un holocausto en su propio mundial, hoy Dunga sigue la misma degradación. El buen trato al balón, la técnica depurada y la calidad ajustada a su historia se sienten lastimadas, descalabradas, fuera de contexto, sumidos a una Neymar-dependencia y careciendo de jugadores que marquen diferencias individual y colectivamente. Un equipo desordenado, siendo la antítesis de su esencia futbolística. Hoy no encuentra jugadores que sean por lo menos, buenos acompañantes de Neymar Si antes alguien le jalaba la cola al león, este despertaba y en menos de lo que el atrevido pudiera pensar, se lo devoraba de un bocado.
 
No bastan los resultados que ha hecho Dunga anteriormente, porque solo asolapan una realidad paupérrima, quizás solo asume culpas de antecesores, es cierto, pero ver a Tardelli usando la 9 de Ronaldo –por ejemplo- nos produce vértigos de nostalgia. Esta versión del Scratch parece siendo un grupo de buenos jugadores, bienintencionados, pero ninguno con etiqueta de Crack. Terminó clasificando porque agarró a un Perú, que se amarraba los pantalones y a una Venezuela, casi rendida y que aún así se la puso muy difícil. Hoy ha tenido que ser Robinho, un veterano de lides, el que marque distancias en jerarquía, solo unos cuantos para rescatar, solo unos cuantos para que lleven esa consagrada camiseta.
 
Este partido contra Paraguay, lo debió definir en la cancha, pero lo terminó perdiendo en la justicia esquiva de la tanda de penales. Hasta en las ejecuciones, estuvo ausente la categoría de sus intérpretes. La garra guaraní se impuso en las intenciones, el gol de Robinho no aseguró nada, porque su propio compañero Thiago Silva le puso el ímpetu y también la mano. Penal paragua que empató un partido áspero y rígido para defender con todo lo que se puede y atacar con lo poco que se tiene.
 
La pena máxima castigó una vez más a este Brasil que fue un lejano reflejo de una forma de jugar que cautivaba a propios y extraños, que era sinónimo de un estilo privilegiado que parece estar en decadencia. Hoy se aferra a la tozuda idea de caer consecuentemente en la figura de Neymar, que está pagando un error juvenil, pero que no sopesa la realidad de un equipo que se ha despedido de esta Copa América de la manera más esquiva y sombría. Paraguay, va por Argentina, los jugadores van sintiendo el rigor del estado físico, quizás solo nos aferremos a mirar los nombres, pero quien sabe y esta Copa la terminen definiendo los hombres. Queda el tiempo para recomponerse a la verdeamarella, para una eliminatoria que será demasiado ajustada. Por ahora este partido jugado a la paraguaya, dejó un Brasil muy “pelado”.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario