El despertar del Messias

La barbita de tres días de Lio Messi, dejaba ver que había sido una semana difícil. El entrecejo reservado cuando sonaba el himno, hacía pensar que ni la calurosa ovación que recibió cuando arribó al estadio, pudieron borrar, esa molestia del hincha por las malas actuaciones del equipo albiceleste, que a él en particular, le habían herido en su nobleza y dejado una marcada huella con tinta indeleble en el alma. La tribuna le había cantado una alegoría a la reconciliación y él había levantado la mano, aceptando y perdonando, con esa sencillez tan suya y tan necesaria, en estas horas, en que la premura por reconquistar la confianza, era una cuestión de prioridad ineludible.

Acaso y que Costa Rica en su versión juvenil, sea el rival era lo de menos. Había que recuperar la memoria, para recordar que es un plantel de capacidades individualidades de primer nivel y que tienen al lado al mejor jugador del mundo. Y fue la oportunidad para que Messi, sea el Messi que conocemos, el que nos encandila, el que arranca cimbreante, desequilibrante, colocando plácidas asistencias de gol. El que juega y hace jugar. Tirando paredes y encontrando los cómplices que se animan a ser parte del toqueteo y los “caños” para el deleite de la gente que se entrega rendida. Y es que Messi se hace importante haciendo importante a los demás. Su grandeza pasa por hacer de los demás, súbditos abnegados de su nobleza.

Argentina pareciera que si no pudo hasta hoy, encontrar el juego, es porque no encontró el gol temprano. Pareciera que se sintió demasiado presionado y Batista, echo al verde a los nombres equivocados para generar fútbol y se dejó llevar por una retórica malformada, de inventarse un funcionamiento que no le hacía bien al equipo, pero principalmente a Messi. Porque no se puede cerrar los ojos y dejarse llevar por el resultado. Argentina con todas sus individualidades, juega al ritmo del astro del Barcelona y tiene una marcada dependencia. Cuando el Lio hace la diagonal arrastrando marcas, los demás sacan sus talentos, cuando el Lio hace la pausa, el equipo debe regresar el balón atrás, para que el genio descanse, tome aire y recupere el aliento, para volver a soltar la magia, de su botín izquierdo.

El primer bálsamo, llegó cuando los intentos no se cristalizaban en goles y la paciencia se debilitaba. Un latigazo de Gago que debió entrar limpio, la anida el Kun Aguero, en una arremetida que levantó el estadio. Al “Pipita” se le cerró el arco y para el complemento, vinieron los mejores momentos. Messi con todo su esplendor, la puso de todos los estilos y calibre, asistencias memorables para el Kun y Di María para hacer la diferencia en el marcador. También para Higuain y Lavezzi que fallaban sin compasión. Batista, se ha dado cuenta que jugar con tres volantes de marca y esperar que Messi despierte y resuelva todo, es una despiadada locura. Le hizo caso a la gente y metió a Pastore, quien sabe el que mejor entienda al Lio, pero injustamente postergado en el banco. Hay que esperar la hora cuando se enfrente ante un rival de fuste y la diferencia no se haga tan descarada y notoriamente visible, como contra esta Costa Rica, que no existió en la cancha y fue un humilde conejillo de indias, para alimentar la alegría de la tribuna.

Córdoba se vistió de fiesta para alentar a su albiceleste, que venía cargando una mochila pesada de incertidumbres y donde el buen juego, aún es una materia pendiente. Hoy los errores y todas las divergencias se vieron disimuladas, por esas ráfagas de brillantez de Messi, que han servido para levantar el ánimo y lavarse la cara. En el aire ha quedado un suspiro de tranquilidad y por ahora ha remendado las maldiciones. Messi ha despertado del letargo, pero ha dejado en la tribuna, un recado de vacilación y duda, por saber qué pasará, cuando se vaya de nuevo a dormir.

1 comentario:

  1. Estimado amigo. Tengo información y fotos de la Copa América que pueden servirte para tu blog. Me mandas tus datos a: pgaray@cactivaperu.com

    Saludos,


    Comunicación Activa
    Paul Garay

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