El Cristal con que se mira una agonia

Me cuesta contener un sollozo escondido y disimularlo como si fuera ajeno. Miro el rostro de Oblitas y refleja un funeral de pasiones que se van muriendo como su propia esperanza. Su mirada tiene la vista extraviada y se pierde en el horizonte del ocaso de las ilusiones muertas. Me cuesta creer que un tipo que no hace mucho, pintaba de colores el recuerdo de los hinchas del LDU ecuatoriano, hoy tenga una apariencia sombría y una imagen de tristeza.

Quien lo diría, si hasta el año pasado, un encuentro entre Cristal y Alianza, despertaba pasiones encontradas y la disputa por el cetro de campeón, era el estímulo que embriagaba a los hinchas, encendiendo la adrenalina de los protagonistas de un clásico de grandes y choque de poderes. Hoy es diferente –en un torneo inédito- con la tabla al revés, Cristal, encendía en el camarín los cirios de bienaventuranza para de una vez por todas cambiar la historia, Oblitas mandaba un once remozado, en un mensaje de cambio, pero también obligado por los devaneos de sus dirigentes, que contrataron mal desde el inicio y hoy pagan el precio de la improvisación.


Alianza, no tenía muchas diferencias, igual consumía sus miedos, se enfundaba el sentimiento del coraje y saltaba al campo con dientes apretados, para intentar salir de ese foso incierto que lo arrastra sin respeto para su historia. Acaso y encontrarse con el marcador en contra, fue una clarinada a su orgullo y tuvo la paridad pronto, por gestión de un Ciurlizza –se acordó de que sabía jugar- que habilitó al ‘tanque’ Maestri, quien a placer se acomodó, y fusiló a un Delgado, que doblo su voluntad al infortunio, como sus propios compañeros, como su propio equipo, como su propia gente.

Después, Arrue hizo lo que le indicó el pálpito, renovó su pensamiento y envió a Manco al verde y al chiquilín le bastó un par de gambetas, para dejar a Saritama a tiro de gol. Allí mismo la cara de Oblitas, se desdibujó mucho peor, ni el debut de Mesarina, Lizarbe y la 'Chola' Salazar, fue suficiente. Aunque aportaron la sangre joven que requiere este Cristal que se desangra, sin remedio, que agoniza en el suelo y de cuando en vez, levanta la mirada perdida, para mirar alrededor y encontrar una mano divina que lo devuelva a la vida.

Alianza ha ganado el partido y con ello abrazó su balón de oxígeno, puede respirar tranquilo, quizás unos días, quizás unas semanas, quien sabe resucite del todo y le den de alta y se vaya a casa tranquilo, para su recuperación en familia. Cristal en cambio se ha quedado en la sala de emergencia, le han diagnosticado un coma severo a sus ansias y alguien que está vestido de muerte, tiene el hacha del descenso y se ha posado al lado de su cama a esperar el desenlace fatal, su gente sufre esta inexplicable enfermedad, mezcla de tumor futbolístico y cáncer dirigencial.

Quien lo diría, los dos equipos que otrora, disputaban el título, hoy se han enfrentado en el cementerio de las esperanzas, para intentar evadir ser enterrados vivos, pero de alguna manera han dejado ver disimuladamente, que aunque es temprano para pensar en la muerte, hay una sombra extraña que se ha ocultado detrás del arco y está a punto de elegir a su próxima

1 comentario:

  1. No importa, Baviera ya encontró un equipo más rentable: Alianza Lima.

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