Sangre sudamericana en el mundial

El mundial sigue presentando sorpresas. Las apuestas imaginarias para elegir candidatos siempre pasan por una percepción que se nos queda en la retina, cuando culmina una eliminatoria o se vislumbran equipos que tienen un pasado reciente. Entonces, hay un antecedente para tomar en cuenta. Pero los partidos se deben jugar y en un mundial normalmente, no se reflejan en los resultados, lo que nos dice alguna corazonada o lo que mandan la lógica y teoría de la especulación, porque todo se rompe, cuando la ilusión decide no obedecer órdenes y se acuesta con el raciocinio.


Nadie pensaba que por ejemplo, que los equipos sudamericanos, llámese Paraguay, Chile, Uruguay y hasta la misma Argentina, que incluso llegó a clasificar de milagro y apretando los dientes, tuviera un inicio particularmente exitoso. Todos daban por descontado que Brasil, por historia y calidad de sus jugadores, no sorprenda con su pase a octavos. Que Paraguay y Uruguay lucharían un segundo cupo y que Chile sería un animador interesante. Argentina era la incógnita, porque dependía de cómo afrontaban sus hombres y sobre todo de cuanto explotaría su estrella donde reposa su éxito, Lionel Messi.

Casi finalizada la participación de los equipos, tenemos a una Argentina de los números redondos y un Messi que si sigue el mismo camino, puede ser la figura de este mundial, aún escaso de individualidades. Uruguay y Paraguay, han terminado de la mano en primer lugar y afrontan con optimismo su ascendente carrera para llegar a cuartos. Si todo sigue su curso como se ha venido dando, nada sería tan extraño como fastuoso, que en cuartos de final, se puedan encontrar equipos de sangre latina. Esto es fútbol y todo es posible, más aún después de ver partidos de equipos sorprendentes y otros decepcionantes.

Quizás la razón por la cual equipos como Inglaterra o la misma Alemania, al inicio no encontraron ese funcionamiento dúctil y armonioso del mundial pasado, tenga que ver que los teutones afrontan una renovación de sus jugadores, extrañen a Ballack o les falta un tiempo prudencial para afiatar sus líneas en esta nueva era. Inglaterra es el espejo de su realidad, problemas internos de alcoba, un grupo que no se ha soltado del todo y aunque tengan más tiempo juntos, ello mas puede significar una saturada forma de integración, que una seguridad de conseguir resultados. Ambos se enfrentan en la siguiente ronda y uno de los dos se debe ir a casa. Uno juega con la mixtura de juventud y sangre nueva, el otro con la experiencia de lo que queda de su historia.

Si hubo un equipo que hasta ahora ha significado la pasión, la incertidumbre y la alegría consumada ha sido EEUU. Ha sido eficiente para jugar pero no eficaz para ganar sus partidos, aparte que ha tenido una suerte negra con el arbitraje. Logró una clasificación de infarto pero merecida y se encontrará con una difícil Ghana. El equipo americano, de pasar a cuartos será un rival de cuidado y no extrañaría para nada que se pueda colar entre los elegidos. Todo va a depender del arresto físico que le sobre, porque en todos sus partidos ha jugado sin pausa y a 100 por hora. Ese desgaste puede ser su talón de Aquiles, porque lo que más le sobra es voluntad y el arrebato para ir al frente.

Uruguay en el papel le viene bien jugar ante un equipo coreano. Su solidez defensiva puede quebrar los arrestos asiáticos, que se basan en potencia física, pero tiene más oficio para definir arriba. Hay un buen indicador para buscar meterse a cuartos, su clasificación le brinda ese valor agregado, falta que lo demuestre en el campo. Argentina, repite contra México una definición del 2006, fuerzas distintas, realidades opuestas, pero un partido que en mucho va a depender de cuanto signifiquen las individualidades. Cuanto personifique Messi y cuanto lo puedan controlar, en un partido que es de pronóstico reservado, pero que lo puede terminar el que haga las cosas oportunas en el momento oportuno.

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