Francia pide una mano salvadora

En el fútbol existen códigos, que los equipos y sus jugadores, saben y cumplen a cabalidad. Aunque a veces parezca risible, siempre aquellas acciones que no tienen que ver con el cumplimiento de estos códigos, en el corto o mediano plazo, pueden pasarte la factura, cobrarte alguna deuda pendiente o simplemente hacer que se pague con la misma moneda.

Francia llegó a Sudáfrica, literalmente hablando, de la mano de Tierry Henry. Se metió por la ventana, a medianoche y cuando las conciencias dormían y la vigilancia se hizo de la vista gorda. Aquella jugada cómplice de Henry para meter una mano escandalosa y controlar el balón para cederlo a Gallas y empatar un partido que estaba cuesta arriba y su eliminación era un hecho, tuvo mas trascendencia por la forma como el árbitro sueco Martín Hansson, mandó al diablo al DT Trapattoni y calló todos los reclamos, dejando a Irlanda con las manos vacías y una desconsolada imagen, que en el fútbol no existe la justicia, ni cuando te ganan por las buenas o cuando te meten la mano descaradamente.

Pero si algo debía pagar esta selección de Francia, era esa afrenta a los códigos del fútbol. Clasificó de una manera inesperada y llegó a este mundial siendo un acertijo en su funcionamiento. Y esta Francia no es la misma ni a la del 98 ni a la del 2006, quien sabe por una razón sencilla, simple pero tan dificil de ocultar. Le falta ese genio llamado Zinedine Zidane, acostumbrado a jugar de frac, que siendo Dios se bajó a la tierra, para despedirse como un humano. Le falta ese líder con etiqueta de ganador, con laureles de campeón que aparecía cuando faltaba combustible o le daba la presencia y jerarquía que hoy no pueden asumir un puñado de voluntades.

Es cierto que este mundial ha traído muchas sorpresas, pero jugados los dos primeros partidos, Francia está mas cerca del descalabro que de la clasificación. Estos jugadores que cuenta hoy, son figuras en sus equipos, pero como grupo, han sido un fiasco. Francia ha hecho un papelón contra Mexico y su nombre está escrito en minúsculas. No tiene respaldo de su gente y su DT Raymond Demmenech, no solo se ha convertido en perdedor de partidos, si no también de confianza y su tarjeta de credibilidad, ha sido rechazada por el banco de la seguridad.

Hoy mas que nunca Francia pide una mano salvadora, al destino, a Platinni o al mismo Zidanne. Ellos ya no juegan, porque son genios en retiro que no pueden hacer nada y quien sabe la única mano que le quede por considerar, sea la de Henry, esa desvergonzada y vilipendiada mano, aquella que la clasificó a este mundial.


No hay comentarios:

Publicar un comentario