Alguien se ha llevado el fútbol del mundial

Se ha iniciado el mundial, y las tribunas se han llenado de fiesta colorida, en una mezcla de celebración enfervorizada y unión de sentimientos. Son diferentes colores las banderas, pero el mismo fervor que hace disfrutar y unir razas, nacionalidad o color de piel, en un solo mundo, convertido hoy en un balón de fútbol.

Los hinchas se sienten defraudados, porque han recibido muy poco, dentro de la cancha. Los amantes del espectáculo han visto su inversión tirada al tacho y los románticos del fútbol de antaño, de los nombres notables, aún creen que alguien va a frotar la lámpara para que aparezca el verdadero fútbol. Los impacientes, quieren que en el debut, los llamados candidatos hagan la diferencia. Los más exigentes, vaticinan el fracaso de este mundial y solo algunos cuerdos, aceptan que el mundo ha cambiado, que ha existido una evolución en todo aspecto y el fútbol, no es la excepción.

Lamentablemente, en esa evolución, el fútbol ha dejado de ser vistoso para ser resultadista, ha dejado el traje elegante por uno más práctico y útil, porque es un negocio que mueve millones de dólares en el mundo y como tal, ya no solo se juega en la cancha. Se juega en el escritorio de los mercenarios y se cotiza en la bolsa de las emociones de los hinchas, pero finalmente, se gerencia como una empresa. En ello se han convertido los clubes de fútbol, hay mucha inversión y riesgo, los capitalistas apuestan a ganar y por ende exigen resultados. Solo basta averiguar cuántos millones le toca a cada equipo eliminado en primera ronda, para saber que ir a un mundial, no solo es colmar la alegría de un país, sino la satisfacción económica de los que tienen a cargo la dirección, de una selección de fútbol. Pero es cierto también, que un país se beneficia asistiendo a un mundial, pues le da roce y crece su cotización, porque lo pone en vitrina (Equipo=Empresa-producto).

El fútbol de hoy, pretende priorizar a los equipos con jugadores más efectivos, los llamados prácticos, o mixtos, con capacidad de atacar y defender, por encima de los talentosos, salvo las excepciones que marcan los de nivel superlativo, esa es la tendencia. Hoy, se busca el resultado, desde la premisa de enrejar bien la casa y ponerle el sistema de seguridad de última generación, cerrando con 20 vueltas a la llave. Mientras eso no te da seguridad, no sales a la calle. Por eso los buenos partidos solo tienen ráfagas de buen fútbol, allí las individualidades deben estar rodeados de alguien de su misma especie, sino fracasan y no brillan como lo hacen en sus equipos. Los técnicos van tomando mayor importancia y los resultados de los partidos son ajustados. Es verdad también que los partidos del debut, no marcan lo que pueda venir después, pero se vislumbra, que cada juego es una lucha de estrategias y sistemas y una manera efectiva de adoptar la modernidad.

El fútbol es el arte del engaño, pero también de momentos y oportunidades. Este mundial es una muestra que todas las selecciones se han preparado para afrontar sus partidos de la misma forma. Primero sabiendo defender y después siendo efectivos cuando se ataca. En ello hay una mixtura de acciones que están enlazadas a un sistema defensivo y otro ofensivo, una cosa debe resultar como consecuencia de la otra, de lo contrario el error, te hace perder la llave y ya no puedes volver y entrar a tu casa. Salvo q algún extraterrestre o súper hombre, tenga los poderes para hacerlo y de nombres hay muy pocos.

La fiesta ha empezado, pero de fútbol y goles hasta el momento hay muy poco.

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