Demasiada desconfianza y poca ilusión

Han pasado un par de días del partido de Perú ante España y recién se empieza a digerir ese bocado insípido que tuvimos que tragarnos, casi a regañadientes, pero tan necesario para alimentar nuestro espíritu futbolero. Son los partidos de ensayo, el termómetro en el cual el corazón del hincha va marcando el nivel de temperatura que percibe sentado en la grada y mirando su horizonte futbolero. Hoy, de cara al afronte de la eliminatoria mundialista de nuestra selección que cada vez tiene mas cerca los partidos frente a Colombia y Uruguay, el panorama no es muy alentador que digamos, tampoco está fuera de la realidad, en parte era lo que se esperaba venir, mas aún cuando el “Chemo” del Solar, sale a declarar muy orondo, que “esto es lo único que tenemos”, suena como que el DT está poniendo el parche a esta herida que ha dejado el escándalo del hotel, propiciado desde su propia actitud flemática, como irresponsable, que aparenta haber dejado que el río se desborde y prime su afán de seguir en el cargo a ultranza, dejando que los involucrados se ahoguen en el mar de las incertidumbres, sin asumir sus culpas y pecados mediáticos. Será que en el fondo, el mayor interés está ligado a conveniencias económicas que involucran a dirigentes ladinos que viven a costa de bolsillos ajenos y que el real espíritu deportivo se ha quedado en los vestuarios.

Si miramos el horizonte de las posibilidades, queda muy poco para el optimismo y si mucho para la desconfianza, el ensayo nos ha dejado mucho que pensar, el once ante España salió ileso en los primeros 20’ por una gracia divina, porque el vendaval rojo fue tan intenso y superior, que sin despeinarse pudo haberse ido tranquilo al descanso con 4 goles a favor, ello por ningún lado nos hubiera sorprendido, era lo que se reflejaba en el campo. Un equipo peruano timorato y falto de sorpresa, sin un cerebro que hilvane juego, con demasiadas ventajas atrás y aferrando sus esperanzas al corajudo esfuerzo en solitario de Paolo Guerrero, que no encontraba respuesta en Chavez y tampoco en Solano que en teoría, debía echarse el equipo al hombro. Si miramos la estadística final que ha dejado como nuestro mejor hombre a Leao Butrón, se deduce que la sacamos barata, mas allá de que los ingresos de Mariño y Rengifo fueran saludables, no se entiende como esté Cevazco, sin siquiera ser titular en su equipo y mucho mas en un partido de esta envergadura.

Se sabía que ante España el partido sería complicado, pues presentaba a un equipo candidato a pelear la Eurocopa y a una selección peruana disminuida en figuras relevantes, pero con hombres dispuestos a lograr mostrarse en un nivel respetable. Pero la realidad nos dio una bofetada, cuando miramos como el jugador del momento en nuestro fútbol: Donny Neyra, demostraba que, una cosa es vivir una racha producto de circunstancias ajenas y otra muy diferente el tener la categoría para pisar un césped extranjero y sentir que el balón le quemaba como sus propias ideas. Ver como el prolijo Xavi Hernández guiaba un grupo aplicado y se divertía con Villa y Silva que vapuleaban a nuestros endebles marcadores de turno, Salas y “Pinza” Hernandez, siempre quedando como postes, un mediocampo que parecía quebrarse ante tanta velocidad y una defensa que no dejaba un espacio para la confianza.

Por eso recordando la frase del “Chemo”, solo cabe cerrar los ojos y aceptar que “es lo único que tenemos”, pero acaso y el consuelo de que haya sido solo un ensayo, nos nuble el discernimiento, no deja de ser mas cuerdo, afirmar que para ganarle a Colombia, se requiere mucho mas que nombres, por eso el partido con México nos puede dar una idea concreta de lo que quiere Del Solar, porque de lo exhibido, ni el mismo lo sabe. De eso estamos seguros.

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