Punto suspensivo, pronostico reservado

Es mas tranquilo escribir cuando la sangre ha bajado su efervescencia y las revoluciones están volviendo a su nivel, cuando la calentura se hace llevadera y las ansias empiezan a desatarnos las manos de tanta angustia contenida. Cada peruano que se vistió de bicolor y decidió ir al monumental lo hizo creyendo cerradamente que mucho de lo que pasaría en el verde, tendría luz divina, porque los antecedentes pintaban mas para el desastre que para la victoria, pero el hincha peruano tiene arraigado en el alma ese ancestral proverbio andino del “mas me pegas, mas te quiero”, por eso a pesar de la coyuntura nada favorable, muchos fueron a darle aliento a esta blanquirroja, a sabiendas que podían pasar momentos ingratos.

Pero no es un factor de confianza y tampoco de fe, es solo de coherencia y de realidad, tenemos un equipo livianito que no mete miedo y no cuenta con muchos jugadores de jerarquía, ello estuviera solventado con una buena disposición táctica, pero hasta en ello estamos en desventaja. Del partido contra Colombia solo queda ese segundo tiempo, donde se vio las ganas y el espíritu del grupo, que se pudo ganar el partido, es verdad pero aquella atajada de Butron ante el disparo de Bustos, pudo ser la puñalada que nos hubiera dejado sin aliento. Tuvimos varias para embocarla y el pitazo final nos encontró arrinconando al rival, con un Perú atrevido y una Colombia temerosa.

Este empate deja el sinsabor que se pudo hacer mas, que la suerte no quiso regalarnos una sonrisa y nos fuimos masticando esas mismas ansias con que llegamos al monumental, las caras tristes de algunos eran contrastables con las de ese hincha corajudo que gritó hasta el final y que finalmente fue lo mejor de la noche, una noche que nos ha dejado con un punto insignificante de cara a lo que resta en la eliminatoria, aún queda mucho trecho y el consuelo que podremos mejorar en el camino, esa premisa está latente, pero que se nos venga la noche también, por eso este punto nos ha dejado con la sensación que se puede hacer algo mas, aunque contra Uruguay el pronóstico es demasiado reservado.

Estamos sentados en las gradas del Centenario, para esperar que este equipo peruano no se deje matar tan rápido, es muy dificil la misión, por lo pronto estamos esperando que salgan al verde y demuestren su capacidad, Estamos levantando una banderita peruana, que en esta inmensidad de este tremendo estadio, es como una vela que ilumina nuestras ilusiones un poco deterioradas y endebles, pero que su llama se va haciendo mas grande conforme pasan las horas.

VAMOS PERU!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario