Mas aBURGAsados por el poder del fútbol

El preludio de esta pantomima electoral que ha reelegido a Manuel Burga, por otros cuatro años al frente del directorio de la FPF pintaba una acuarela gris, con un panorama donde el horizonte de las buenas intenciones, se fueron esfumando conforme se fueron haciendo fuertes las convivencias de intereses personales y ese afán desmedido, por perpetrase en el poder. Una lucha de amenazas, marchas y contramarchas, lo que es peor, un reto desfachatado a la majestad del ejecutivo, que al saber de los resultados, prepara la arremetida para derrocar al rey puesto por su aldea maniatada a su voluntad, pero resistido por todo un pueblo.

En el análisis profundo, el problema no es esta elección, que ha tenido ribetes de transparencia, y en todo caso resulta legal, sino en la misma Ley del Deporte, que brinda autonomía a las federaciones nacionales y son sus mismas bases las que eligen a sus autoridades, incluso el IPD no tiene poder de control sobre ellas. Allí está la punta de la madeja, porque en el fútbol, son 37 las bases que participan de la elección, 25 representan a las ligas departamentales y solo 12 al fútbol rentado, siendo los clubes profesionales, los que aportan el espectáculo, los jugadores, también generan dividendos, pero son siempre minoría a la hora del sufragio Los verdaderos dueños del fútbol irónicamente son las ligas departamentales.

Ya sabemos que a estas ligas departamentales, basta prometerles una losa deportiva, arreglar el potrero que usan como estadio y pasar debajo de la mesa, a sus representantes un sobre cerrado con maliciosos intereses creados, para comprar una conciencia, que se transforma en un voto preconcebido en el mismo corazón de la Videna. De nada valdrá entonces que los clubes pataleen, el pueblo se levante o el gobierno lo llene de amenazas. La Ley tendrá buenas intenciones, pero jurídicamente le otorga a Burga justamente esa autonomía, que lleva un membrete autorizado de la FIFA y que en la práctica es un blindaje internacional, que de ser traspasado por el gobierno, el ente rector mundial hace la simple, la elimina.

Ahora bien, el cuestionamiento del ejecutivo, es sobre las irregularidades que han existido, primero, para la postulación de Burga –está suspendido por el Consejo Superior de Justicia y Honor en el Deporte- y también por Juvenal Silva, que integra su lista y que por su cargo de congresista, está impedido de participar en actividades con intereses propios. Esto ya nos pinta un panorama oscuro, si mañana el Consejo Nacional del Deporte, interviene la FPF, al día siguiente, Burga irá con las quejas a la FIFA, alegando una intromisión, el resultado, aunque suene descabellado o inverosímil, es posible, nos dejarán sin eliminatorias para el Mundial Sudáfrica 2010 y sin participación en cualquier competencia organizada por la entidad.

Indudablemente que se nos viene la noche, como si los problemas propios de nuestro torneo doméstico no fuera suficientes, ahora en medio se queda el fútbol, como una víctima inocente de los exabruptos de estos seudos dirigentes que solo tiene pensamientos ladinos para su bien común, el maldito dinero. El gobierno, lo único que tratará es de limpiarse la cara, para decir después que ha cumplido la ley, que patético, esa misma ley que le ha dado carta abierta a todos esos facinerosos vestidos de traje y que lo único que saben, es vivir del fútbol bendito, ese del que se alimentan todos los peruanos.

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