Un volcán de pasiones

Tantas veces Juan, tantas veces resistido y reprochado, tantas veces incomprendido, pero fiel a su tozuda idea de entender el juego a su manera. Tantas veces Juan, con su estilo de trato parco y distante, alejado de los reflectores y de todo aquello que sea mediático, porque solo le interesa lo que sucede en el verde y rechaza aquello que no tenga forma de balón. Tantas veces Juan, el hombre que nunca regala una sonrisa y que su mejor gesto solo es un bostezo, cuando alguien menciona su nombre. Tantas veces Juan, con su seriedad y su rostro sin carisma, con esa facilidad para esconder sus emociones y siempre estar presto para que sean otros los que celebren, cuando él decide esconderse en el anonimato. Tantas veces Juan, con esa inercia a cuestas para parecer insensible cuando su equipo marca un gol y que su controvertida manera de sentir el fútbol, con sus desplantes y sus arrogancias, quizás puedan cuestionar su personalidad, pero para nada pueden poner en tela de juicio su inmensa capacidad.
 
Juan Reynoso, el tantas veces desaparecido de las celebraciones, hoy no pudo más, vivió el partido final como si fuera el último de su vida, sufriendo, sudando, gritando y desgañitando su enfado contenido. Primero se sacó los bolsillos del pantalón, sabe Dios para dar que mensaje y sabe nadie a quien dirigido. Cuando el pitazo final dejó escuchar el estruendo de alegría en la boca del Misti, finalmente se desparramó en abrazos con sus jugadores, que confundían lágrimas y sollozos de alegría en la cancha, apretó los puños y dejó escapar una mueca provocadora refugiando su mirada en la efervescencia de la gente en la tribuna que no dejaba de darle las gracias. Juan Reynoso, se atrevió a mostrar una sonrisa en el bus que paseaba al equipo de Melgar por Arequipa, la única se le ha visto al ‘cabezón’ desde que debutó como entrenador. Ni con la U cuando ganó su primer título nacional, había dejado ver ese lado sensible. Hay un gran motivo sin duda, pero esta vez quiso demostrarlo y dar un mensaje a su manera, porque los números le han dado la razón y no ha necesitado de nada ni nadie para hacer prevalecer que su filosofía y su trabajo serio, han sido los baluartes para conseguir llegar a la meta.
 
PARTIDAZO!!! Por todo el entorno de un pueblo volcado en aliento y el cúmulo de emociones vividas hasta el minuto final. Reynoso plantea bien el encuentro, siendo cauteloso atrás, pulcro en el traslado del balón y buscar romper la zaga de Cristal en base a, la pausa de Montaño, la sorpresa de Arias y la movilidad de Cuesta, apoyados en un inacabable Zúñiga que siente la camiseta más que su propia piel y que tiene en el colombiano Fernández, esa flecha veloz, ese dardo venenoso  que siempre termina en la garganta del rival. Ahmed dispuso el vértigo acostumbrado, marcando el control en los extremos, para no repetir los errores de la ida, haciendo jugar de ancla a Cazulo -que puso los huevos y dejó medio corazón en la cancha- para hacer presión alta sin perder el medio para no quedar largo. Sheput jugando hasta donde aguante la pierna, Calcaterra gravitando como siempre y arriba un Beto Da Silva, dándose maña para hamaquear la retaguardia rojinegra en base a mucha energía y valor. La sensación que dejó el 9 es que ya no está para el medio local y que terminando el partido, debió tomar su avión para recalar en Europa, tiene todo y más de lo que en su momento, fue Claudio Pizarro, todo es cuestión de tiempo y de decisión.
 
Melgar controlaba el partido, creando situaciones que no concretaba hasta que llegó el momento que marca el punto de quiebre. Cazulo mete el antebrazo y hace un penal en el peor momento para Cristal. El “Cachete” Zúñiga se llena de presión y le pega mordida, Penny hace de su rechazo con los pies, un contrataque mortal que termina con una zambullida en la puerta del arco rojinegro del Beto Da Silva que enmudece la UNSA y también a varios críticos de su capacidad goleadora. Todo se pone cuesta arriba para Melgar que debe sacar a relucir las verdaderas capacidades individuales al servicio del colectivo. Reynoso insiste ir a las espaldas de los marcadores. El colombiano Fernandez gana el extremo celeste como un rayo y hace que el “Cachete” Zúñiga, se inserte en la historia rojinegra. Una paridad que se rompe cuando el mismo Fernandez define a lo grande una gran corrida de Arias y desata la fiesta en la tribuna, aunque en la cancha la igualdad de opciones le daba crédito a los dos y nadie tenía la certeza que era el marcador definitivo.
 
El segundo tiempo fue vibrante, con los huevos de corbata, con Melgar controlando el juego y Cristal martillando, buscando concretar su mejor pegada. Shepup no va más y Blanco suma más delanteros, se pierde creación, se intenta ganar volumen ofensivo. El juego y el marcador lo empareja Cristal con otro penal discutido, hay una barrida que Calcaterra exagera, pero es válida por la posición del árbitro. Blanco ejecuta la paridad que pone la tensión y los nervios de punta. Reynoso se vuelve loco, reniega y reclama un penal discutido –Rodriguez tiene la mano fija en el piso, no hay intención- y descarga su furia con los bolsillos afuera. Ahmed se vuelve más serio y se juega su última carta, tira al ruedo al juvenil Chavez para ganarlo por fuera con la frescura de la sangre nueva. La tribuna brama y los jugadores se hacen conscientes que esto lo liquida el que hace el gol. Las defensas empiezan a ser determinantes y el reloj se va llevando el tiempo. Revoredo, Ay Revoredo, hace un rechazo sin sentido, Cazulo se la deja robar por Rainer Torres que verticaliza y deja a Cuesta de cara al gol. Penny ataja el remate pero la testa del argentino doblega su última estirada. Explota la UNSA, se arma la fiesta en todo Arequipa, Melgar es el campeón, el Misti lanza una fumarola de complacencia.
 
Tuvieron que pasar 34 años, para elegir el año de su centenario y llevarse la gloria con números sorprendentes. Este Melgar se corona campeón, en la consumación de un proyecto serio encabezado por Reynoso, primero para priorizar un plantel más que un equipo, para uniformizar la idea del juego, para ser un grupo fuerte donde todos son protagonistas cuando les toca asumir su labor. La discutida rotación del “cabezón” le da la razón en este título donde pudo utilizar los hombres idóneos antes que los nombres impuestos. Los Arias, Torres, Gonzales Vigil, Palomino, que ya no son solo promesas, tuvieron en Reynoso la garantía para ser importantes y a su corta edad ya disfrutan el éxito. El “Cachete” Zúñiga ha demostrado que los años solo son una cuestión de look y ha sido el capitán de este barco rojinegro. Han sido 4 años en los que Reynoso ha peleado arriba y esto no es mera casualidad, es un estudioso técnico nacional que logra consolidar su pensamiento, que apunta más alto y que guardando los bolsillos de la prudencia, tranquilamente pudiera ser considerado el entrenador idóneo para nuestra bicolor. El tiempo dará su respuesta, los años serán testigos que el tantas veces discutido y hasta incomprendido Juan, pueda ser algún día amado por su propia gente, por su propia sangre.
 
Arequipa vive una fiesta descomunal y la resaca triunfal se sigue de largo. El pueblo rojinegro sigue viviendo el júbilo y la alegría, contenida tanto tiempo. La majestad del Misti acompaña con sus fumarolas el gozo de la gente y el Cañón del Colca deja escapar un grito triunfal que se replica en esa bella Plaza de Armas que luce colorida, pomposa, llena de contento y regodeo. Hay un gran motivo para sentirse orgulloso de su tierra y aunque recién al mediodía los huevos empiecen a descender por la garganta, ya nada importa, el título se ha quedado al lado del Misti y solo hay espacio para la celebración desenfrenada, porque recién hay una pausa para descansar el alma, después de haber estado en vilo ante este vendaval de emociones que provocaron un volcán de pasiones.
 
Se dice que el fútbol no sabe de merecimientos y que la justicia no existe en sus dominios, pero es el fútbol, el único, que así como tiene la potestad de dividir las emociones y marcar las diferencias, también es el único que tiene el poder para romper paradigmas e ignorar axiomas. Hoy el fútbol decidió que gane el que más lo merecía y fue el juez supremo que sentenció que Melgar hizo todo correcto y es el justo Campeón.
 
 
 

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