La devoción por San Norberto

Cuando "Ñol" Solano llegó a la "U" algunos hinchas cremas -incluidos todos los peruanos- se alegraron más de la cuenta, porque el buen "Ñol" con su presencia le daría lustre a un torneo con descrédito dilatado por varios años seguidos. Mas de uno -incluidos todos los peruanos- dejaron que su irracional devoción por la crema los haga pensar que había llegado el salvador, más aún que empezó el torneo marcando goles y contra San Lorenzo, jugó un primer tiempo para 10 puntos, teniendo que pisar indefectiblemente ese terreno minado del endiosamiento mediático, que ya es parte de nuestra idiosincrasia futbolística.

Acaso algún iluso, ni siquiera se puso a pensar en ese instante, que estaban creándole al "Ñol" demasiada carga, para sus años y su arresto físico, y con ello al equipo en pleno también le estaban estableciendo una total y devota dependencia. Acaso y si hubieron algunos sensatos que pensaron que este equipo crema, es parte de un proceso y que debe manejarse con pasos lentos pero seguros, acaso y no todo debería estar dependiendo del fabuloso pie derecho del "Ñol". Acaso y sea cierto que las auto dependencias no son buenas en el fútbol y se hacen mucho más visibles, cuando no hay buenos resultados.

Quizás esta dirigencia crema, mas se distinga por haber contratado mal, pues con Solano en la cancha, lo más sesudo, resulte siendo que tenga arriba, delanteros de fuste y con nivel de competencia. Se dejaron llevar por el corazón y trajeron a Orejuela y Alva, lucharon por un impetuoso Calheira, pero ninguno aprende aún a leerle el pensamiento al "Ñol". Para este presente crema, el fútbol pasa por hacer que la magia de Solano, sea transformada en besos a la red. Así de simple. Anoche contra San Luis, se hizo más notorio que nunca, la falta de ese delantero de jerarquía, que un equipo como universitario se merece. Dicen que aún hay tiempo, ojalá sea cierto.

La otra noche, Solano solo regaló pinceladas y el equipo no pasó de ser un dechado de energías desparramadas por doquier, Alva volvió a ser el carrito chocón de siempre y Calheira, solo una tenue insinuación sin efectividad. Habrá pensado Solano, disfrazándose de cheff "Para que voy a preparar platos tan sofisticados, si los comensales no conocen de buena comida" o "Para que les voy a servir tanto, si estos chicos no tienen demasiada hambre". Por eso se fue a las duchas y dejó al equipo tan igual como al principio. Con mucho vértigo y ganas, pero poca efectividad al frente.

Un equipo como el San Luis -Que no es gran cosa- tuvo la virtud de saber robarle la pelota a la U y esconderla bien, meterla en el congelador y desesperar al rival, pero también a los hinchas en el Monumental, que exigían encontrar más sobre el verde, pero al mismo tiempo la realidad les decía que no había mucho con que afrontarlo. Incluso la visita pudo dar el batacazo, pero el "Negro" Galván y Fernández estuvieron en una noche feliz. Así se ha generado un resultado ácido, que no marca aún nada en esta copa, todo está como al principio.

La mayor preocupación de Reynoso, quizás ya no se encuentre en buscarle el mejor estado físico y la oportunidad a Solano, sino por el contrario, estará centrada en encontrar la forma mágica, para que el equipo corte el cordón umbilical con el "Ñol" y sus delanteros entiendan que el fútbol se juega con la cabeza y se ejecuta con los pies, pero es importante, o quizás lo más importante, que la tienen que meter y lo demás caerá por su propio peso.

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