La fiesta con sabor a merengue

Que importa si ayer mismo, el ánimo estaba por los suelos y tu ilusión de hincha, solo era un puñado de remendadas esperanzas que acompañaban tu devoción, por esa camiseta que lleva la insignia de tu patria. Que importa lo que diga hoy, la otra mitad de corazones con sangre blanquiazul, que se agazapan entre sus desventuras y esconden su desazón ante tu desbordante alegría. Que importa si el tiempo se hizo largo, para brindarte la revancha de complacer a la mitad de un pueblo hambriento de triunfos y algarabías contenidas. Que importa si en este torneo tan nuestro y lleno de extravíos futbolísticos, hayas resultado siendo un ciego privilegiado con ver la luz de la grandeza. No importa nada, cuando se ha tenido apretujado el corazón y hoy amaneciste con la garganta reventada de tanto gritar tu nombre en el estadio.

Anoche el monumental fue un santuario, que se vio atiborrado de creyentes corazones teñidos de crema. Héctor Hurtado, aquel colombiano que llegó con el apelativo de “Vagón y que en un tiempo le achacaban fama de “vagoneta”, hoy es el abanderado de esta mística religiosa que caló en el grupo y que a menudo demostraron en singulares celebraciones. "La 'U' todo lo puede en Cristo que lo fortalece" rezaba la pancarta que apaciguó la euforia de los feligreses que formaron un espectáculo descomunal en la tribuna. Una frase que pinta de cuerpo entero mucho de lo que ha sido este grupo, que se fue entregando a la fe inquebrantable de sus virtudes y a la fortaleza para poder hacerle frente a sus defectos.

Este torneo apertura 2008, ha sido crema con toda justicia, porque aparte de ser el mejor de los equipos (como reza su canto tribunero), consiguió ser un buen conjunto, confiando sus posibilidades al buen “ojo de tigre” de Ricardo Careca, cuyo mayor mérito resalta el haber hecho de un equipo remendado, un grupo solidario, que concibe la disciplina táctica como un culto al fútbol, para creer y demostrar que si es posible jugar bien y ganar, por ello su desdoble dinámico siempre fue notorio y si muchos extrañaban a Candelo, la figura de Neyra ocupó su lugar y siempre estuvo para generar ese vértigo que contagiaba a la tribuna y que lo hizo obtener ventaja ante sus rivales. En un entorno mediocre en que se maneja nuestra realidad futbolera, esta oferta que ofrece Universitario, está como para tomarla en cuenta.

Que bien que le hace al fútbol, estos partidos de ida y vuelta en que el balón se pasea por los dos arcos y mantiene en vilo las expectativas. Neyra hace la pausa y habilita al “vagón” Hurtado que se hace locomotora y arrollando la defensa del rojo, cruza la estocada y hace explosionar el recinto de Ate, en un grito que se escuchó por todo Lima. Desde allí el monumental se convirtió en un loquerío, en una fiesta de alegrías desbordadas y efervescencia a flor de piel. El fierrazo de Neyra lleva esa suerte de campeón para que Araujo –el hijo pródigo- la clave de cabeza para el segundo. El descuento de Vasallo solo sirve para la estadística, porque cuando Careca decide hacer entrar a Mayer Candelo, la tribuna reventó de placer y le hicieron sitio en el verde, como si fuera una pista de baile. Quedó confirmado que el colombiano tiene un romance con la trinchera y la placa de ídolo crema pegada en la fachada del monumental.

Y como para ponerle la cereza al pastel, viene ese penal inventado por Hurtado, como otras veces Neyra se acomoda para la ejecución, mas de la tribuna baja un bramido descomunal pidiendo a Candelo, el colombiano, con ese caminar cancino y desgarbado, se acerca para hacerle caso a la trinchera. Aquí es cuando se ven los verdaderos jugadores de calidad, esos que tienen los genitales bien puestos y que tienen jerarquía. Mayer se acomoda y con una pasmosa sangre fría le hace un “Globito” a Cisneros, un sensacional golazo que sentenció el partido y logró que el monumental se viniera abajo. Allí mismo empezó el baile desenfrenado, la locura generalizada y esa efervescencia desatada que embargó los corazones cremas.

Para resaltar quedó una noche memorable del “Toñito” Gonzales que entendió que él podía jugar, sin querer asemejarse al “puma” Carranza. La solvencia en los tres maderos del “gato” Fernández, que nos demuestra ser una placentera realidad. La figura descollante de un Neyra made in Careca, fundamental en cada resultado. La experiencia al servicio de los demás del “negro” Galván, los pulmones de los “todo terrenos” Rainer y Miguel Torres y sobre todo la mística religiosa y la explosión de un desequilibrante “vagón” Hurtado. Pero no se puede ser mezquino con los mas jóvenes, Rabanal, Balta e incluso hasta del mismo “malingas” aunque aún tenga cuentas pendientes con el gol.

Celebra hoy crema de corazón, los honestos del alma futbolera te saludan con hidalguía porque tuvieron que pasar 6 largos años para que nuevamente pongas tu nombre en el pedestal de la gloria acariciada, por ello el destino te brindó con justicia, una linda fiesta con sabor a merengue.

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