Hasta la belleza cansa

Tenía que suceder un día. Este Barcelona de juego preciosista, el del toqueteo enloquecedor, el que hace ver al grande como chico y al poderoso sometido, le llegó una de esas tardes en que mordió el polvo de una derrota. Primero dolorosa, porque fue un portazo en la nariz, en su propia casa y después decisiva, porque fue ante el Madrid, que sentenció la liga con una victoria merecida, por lo que hizo para encontrar la llave correcta, para maniatarlo y someterlo a su voluntad.

El Pep Guardiola había adelantado hace rato que la Liga estaba ganada por el Real Madrid. Tal vez tenga coherencia el poner desde el arranque a Thiago Alcántara y Tello, dejando en el banco a Fábregas y Alexis Sánchez. Quizás porque la semifinal ante Chelsea está tan cercana y no era cuerdo arriesgar demasiado. Mourinho tiraba al verde el mismo equipo de su último partido de Champions y su esquema táctico no tenía nada nuevo. Agrupar gente atrás, mente defensiva y buscar la fórmula para reducir los espacios, con mucha entrega y resolución para cortar los circuitos. El Madrid le jugó al Barza de la única manera que existe para vencerlo, con fútbol, sin aspavientos ni pensamientos ególatras y con mucha entrega solidaria. Por primera vez en los últimos clásicos, la imagen del Barcelona parecía inferior a la del Real Madrid que se sintió cómodo en todo el encuentro e hizo que el Barza no encontrara su juego.

Esta vez fue distinto. Barza tuvo el balón a su antojo, mas esa posesión nunca se tradujo en un control del juego. El partido no lo gana Mourinho, lo deja de ganar Guardiola, que demoró en sus variantes y el Madrid se hace dueño de la situación, desde la buena actuación de Casillas muy seguro en al arco. Sergio Ramos un coloso en su área, el Xavi Alonso una fiera y Cristiano Ronaldo un verdadero crack. Pareciera que el partido hubiera estado pintado para ellos, al igual de Ozil e Higuaín que jugaron para 8 puntos. Iniesta en cambio lució desenchufado, Xavi licencioso y al juvenil Tello le quedó grande el Derby. Messi quedó aislado en una maraña de piernas merengues y sin socios que interpretaran sus pases. El gol llegó para el Madrid en premio a su lucidez y claridad para definir en el momento justo. El Barza logra el empate en una de Messi que apila rivales y es el único pase que le aprovechan, pero más por un afán de recuperación que lo hace apresurado e impreciso, que como consecuencia de juego colectivo. Cristiano sentencia en una definición portentosa que enmudece el Camp Nou y engrandece la figura del portugués.

Algún día tenía que ser y no valen las excusas. El Madrid ha ganado bien, se ha jugado un partidazo y le ha jugado al Barza con la capacidad al límite de sus figuras relevantes, como siempre debió hacerlo, evitando la confrontación y hacer un juego irreprochable. Si algo funcionó a la perfección fue priorizar la obstrucción al receptor que al creador, amurallando con sentido de colaboración y aprovechar los últimos metros para proyectar los lanzazos mortales. A Mourinho le salió todo redondo, ganar por primera vez en el Camp Nou y finalizar una racha negativa, adicionando que este triunfo tiene un sabor distinto a una victoria, porque lleva consigo la Liga bajo el brazo y como corolario un gol del Ronaldo, el CR7, como para decir que fue un triunfo de la gran siete.

Y se observa un desgaste en el Barza y no tiene que ver con el físico, ojo, sino con el sistema de juego. Hay un hartazgo de querer ser siempre el mismo en la cancha. Tomando la premisa que el equipo del Pep siempre sale a ganar los partidos y los rivales, muy al margen de sus pergaminos, a veces tienden a jugar solo para no perderlos. Allí está la diferencia, aunque esta vez haya sido diferente. El fútbol sigue siendo una cuestión de momentos y una disputa de oportunidades que se generan desde la forma como se plantea conseguirlas. Cada partido es una historia diferente. A veces y solo a veces, las cosas salen perfectas, otras tantas puede que se intenten, pero no existe la garantía de jugar igual dos veces.

Y es que el fútbol de expresión bella, puede ser como el amor mismo, porque tiende a desgastarse en el tiempo y aun existiendo un sentimiento de fidelidad mutua, va convirtiéndose en una rutina de ver y sentir lo mismo. El fútbol ofrece revanchas, el amor ofrece siempre una nueva oportunidad para volver a empezar. Ambos puede que sean diferentes en sentimientos, pero pueda que sean unilateralmente parecidos en apasionamiento. El fútbol maravilloso del Barza nos encandila y nos sugestiona el pensamiento, mientras dura en nuestras retinas. Pero al igual que el amor tiene rivales a vencer y debe hacerse fuerte para no sucumbir en el tiempo. Quien sabe este sea el momento de una pausa en tienda azulgrana para meditar y definir si empieza a marcarse alguna decadencia.

El fútbol bello es a veces como el amor mismo. Te puede obnubilar los sentidos, pero no deja de ser excluyente pensar que es un sentimiento frágil, que es como un río, cada instante nueva el agua, que puede tener un final, porque nada es para siempre y hasta la belleza cansa.



3 comentarios:

  1. De acuerdo con el comentario editorial, sin embargo quisiera agregar que, al parecer Pep Guardiola está cansado o a perdido la motivación que no le permite innovar, inventar y valga la redundancia, motivar a sus jugadores, para que el Barcelona no deje de evolucionar. Este año ha cometido muchos errores, principalmente de estrategia y de conformación de equipo, ha insistido con Cuenca, cuando su aporte es poco, no tiene plan B, los rivales ya conocen su estilo de juego y varios han podido neutralizarlo, Messi ha sido el gran sacrificado por no tener alternativas termina estrellándose con las defensas rivales, cuando le quitan la pelota a Messi, los contragolpes son muy peligrosos.
    Barcelona debe cambiar, necesita evolucionar, estudiar mas a los rivales y flexibilizar su juego, no siempre encontrará rivales que le jueguen abiertos y regalandoles espacios.

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  2. Y al parecer culminó el ciclo Guardiola.... los resultados de este año son la consecuencia de la cantidad de errores que cometió la dirección técnica del Barsa... tal vez la crisis aún no termina, solo falta que El Bilbao de Bielsa gane la copa del rey...

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  3. Barcelona / Chelsea, cronica de un resultado esperado, algunas preguntas sin respuesta...
    1° Porque Pep hizo líneade 3 en el fondo, con 2 hombres lentos (Macherano y Puyol) y Piqué, quien lamentablemente se lesionó por una mala salida de Valéz.
    2°¿Porque Macherano en el centro del fondo?... lento, sin el físico necesario y sin el timming necesario, se equivoco en el gol de Drogba en Inglaterra y se equivoco en los 2 goles del Chelsea en el Camp Nou
    3° ¿Porque Cuenca?... y Pedro?.. no tiene más gol y mayor experiencia que Cuenca?..
    4°¿cual fue la táctica de Guardiola?... o no la hubo?... al parecer cada jugador hizo lo que le pareció mejor...
    5° ¿porque Keita?... que hizo durante los minutos que jugo...

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