Corazón de la Victoria

Que tiene este Alianza, para verse compacto, sólido y efectivo. Para sentirse ganador y haberle cambiado la mística y ser distinto al del año pasado. Que tiene este Alianza, que al corazón que le pide su hinchada, hoy le brinde fútbol, arrojo y contundencia. A esa falta de jerarquía que adolecía ante lo adverso, hoy se pinta entero como dueño de su propia capacidad, como un equipo que deja la seguridad, que puede caminar e ir mas lejos.

Será acaso esta nueva camiseta, que emula las cruzadas y sus jugadores se hayan sentido tocados por esa fuerza épica de los tiempos de Reyes y Príncipes. Será quizás esa gente, su gente, la que empuja desde la grada y que lleva a Matute el sabor y la sandunga de un pueblo futbolero o quien sabe que en el fragor de la brega, cuando los equipos pugnaban por agenciarse de los jugadores mas nombrados, Costas se puso al hombro la mochila del discernimiento y tuvo mejor ojo para llevar agua para su molino. Este Alianza es distinto desde que se marchó por tierras gauchas y cortó el hilo telefónico a sus jugadores, los enclaustró en el recinto de la responsabilidad y les dio de beber el agua del compromiso. El regreso los ha devuelto, diferentes, en mentalidad, con un envión distinto, con una energía positiva y avasalladora. Este Alianza, es diferente desde que su propia gente empezó a creer en su propias fortalezas.

Este Alianza, se ha hecho distinto, desde que apostó por la renovación de sus hombres. Dejó de lado la Montaño-dependencia y se hizo mas veloz con Joel Sanchez por izquierda y Tragodara por derecha, dos todo terrenos, que muerden, corren todas las pelotas y tienen fútbol del bueno. Devolvió a un “Zorrito” Aguirre, mas fuerte de la cabeza y mas veloz de pensamiento, con un cambio de ritmo fulminante en los últimos metros y letal cuando encara en el contragolpe. Un Fernández mas entero y con presencia en el área, mas 9 que nunca y amigo del gol. Se fue por el chaco y se trajo al paraguayo Edgar Gonzáles, un paraguayo que juega con cara de perro, que aprieta y descarga con buen panorama. Tremendo jugador y mejor contratación, porque el paragua trasciende, siendo un hombre de marca, de marca registrada, para este nuevo Alianza 2010.

Y la diferencia se vio nuevamente ante Aurich, que venía peligroso, positivo y arrebatado. En la cancha se vio un Alianza que quiso liquidar desde el saque, punzando la espalda de Tejada, con un Quinteros muy cómodo en su nueva ubicación y con un Gonzales prodigioso, maniatando a Ciciliano para no dejarlo pensar. Sin Manco, el desborde no era el fuerte. Sin fuerza arriba, el mediocampo grone fue creciendo y copando la cancha. La tribuna rugía reclamando explotar, en el verde todo parecía que era cuestión de tiempo. Y fue “Zlatan” Fernández, el 9 que apareció en el momento exacto para bajar su humanidad y darle un giro al cuello perfecto, para dejar que el balón bese el parante y el clímax se apodere del comando sur.

El segundo, fue la culminación de lo que anunciaba el “zorrito” Aguirre. Varios arranques desairando a Alvares y Araujo, daban las campanadas. La potencia y el cambio de ritmo de Aguirre se vio en su total dimensión. Llegó hasta el fondo y sacó el centro perfecto que calzó en la volea de Tragodara, cuando el empate estaba más cerca, que esta segunda alegría íntima, que prácticamente liquidaba antes de tiempo el arresto norteño. Manco en ese mismo afán de alimentar su ego a punta de gestos y actitudes, muy lejos de lo que realmente debiera dejar su paso por Europa.

Que tiene este Alianza, el de los números perfectos, el que ha hecho de este arranque copero el sueño hecho realidad, para sentirse más fuerte y sincero con su propia identidad. Hoy juega, corre, gusta y gana. Este Alianza que antes jugaba con el corazón y se quedaba si aire y sin esperanzas, antes de tiempo. Este Alianza, que se encuentra en la palestra internacional, dando que hablar y sintiéndose feliz con su gente y con su identidad, ha pasado por lograr un buen grupo humano, ha tomado en serio su papel y ha dado muestras de ser un buen equipo. Solo el tiempo dirá que no se exageraban los elogios y no se escondía la razón. Solo el tiempo dirá, si este Alianza, es solo una emoción momentánea del corazón. Ese corazón que vibra y se siente feliz, porque es un corazón de la victoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario