Que la paz sea con el mundial

Somos los últimos y era de esperarse. Aquellas ráfagas de ilusión que estuvieron matizadas con una capa delgada de actitud diferente en la fecha pasada, hoy solo resultan falaces respuestas a una realidad que duele pero se hace más cierta. Como cierta se va haciendo la profecía, que ir al mundial, para los peruanos, ya es una cruel y odiosa utopía.

Allá arriba, en La Paz, donde el aire es escaso, este equipo peruano necesitado de un soplo milagroso, se encontró con la sorpresa de encontrar su balón de oxígeno con un agujero que le empezó hacer perder aire demasiado pronto. El orgullo y la sangre en el ojo no explotaban aún cuando el segundo testarazo de Botero aniquilaba las fuerzas por completo y si faltaba el aire en esos instantes, este gol estaba terminando por ahogar las pretensiones de este grupo, que se fue cargado a Bolivia con demasiadas mochilas de responsabilidades asumidas por su misma gente, que olvidando un presente ineludible, se hizo de pancartas y alegorías ufanas, propias de nuestra mala costumbre de construirnos castillos en el aire.

Chemo hablaba de agruparse atrás y manejar la situación con perfil de humildad, esto parecería lo ideal, pero por lo visto ante Bolivia, seguimos igual, cada vez que vamos de visita, nos vacunan demasiado temprano, cuando el orden va tomando forma y los jugadores empiezan a tomar posiciones, el marcador ya tiene un dígito en contra y desde allí los planes y los deseos se convierten en ansias y estos a su vez devienen en apresuramiento y por consiguiente la angustia termina por propiciar los errores, que tienen consecuencia fatal.

No podemos asumirle la derrota a nombres que estuvieron o faltaron, la fatalidad de perder hombres en el camino se está haciendo moneda corriente y en ese ínterin, mas por necesidad que por capacidad, se sueltan al ruedo, jugadores que no tienen el kilometraje a nivel de selección que les brinde la capacidad de plantarse con personalidad en situaciones difíciles. Para este partido Zambrano y Chavez (por ejemlo) era su primera vez en la altura. A 3,600 mts, hay que saber correr lo necesario y la administración de energías es una valiosa arma, pero ésta se obtiene con muchos partidos de elite que brindan ese plus llamado experiencia.

No es hora de ponerse mas tristes de lo que ya estábamos, quizás resulte duro para los que aferrados a la nostalgia de la épica carrera del “Loco” Vargas, se hicieron la idea de que ir a La Paz, era un periplo simple y que todo era cuestión de actitud. De esto último quizás no existan quejas mayores, pero lo que se viene es mucho mas duro, Paraguay, luego Brasil de visita, con los antecedentes que llevamos a cuestas, podríamos asegurar que en casa ajena solo nos atrevemos a tocar el timbre, porque nos tiemblan las piernas, cuando el dueño de casa nos hace pasar a la sala.

1 comentario:

  1. Si estan interesados en intercambiar enlaces, contactenme en angel.dkd@gmail.com

    Saludos Angel

    ResponderEliminar